Guillermo Álvarez, su hermano Alfredo y su cuñado Víctor Garcés están metidos en medio de un problema judicial grave. Los directivos de Cruz Azul están acusados de lavado de dinero, malversación de fondos y delincuencia organizada, y cada día surgen nuevos antecedentes que los perjudican cada vez más.

Si bien esto no afecta directamente al club de futbol, en caso de ser declarado culpable, Billy tendrá que dejar la testera cementera, puesto que Liga MX podría incluso desafiliar a Cruz Azul por tener en su directiva a personas con antecedentes delictuales.

Sin embargo, considerando que "el dueño" de la Máquina es la Cooperativa La Cruz Azul y sus más de 750 socios, solo basta con sacar de la presidencia a Álvarez y poner a otra persona, y hoy son tres los candidatos a hacerse con el cargo que ostenta Billy.

Carlos Hermosillo: El candidato de los socios disidentes, fue el primero en ser contactado para asumir este cargo. Sin embargo, su pasado en la política lo aleja de la posibilidad de asumir ya que los dueños de clubes de Liga MX y, además, su enemistad con la familia Álvarez volvería casi imposible que pueda asumir si es que hay al menos uno de ellos en el club. Por otro lado, Hermosillo no es socio de la Cooperativa, por lo que en el papel no podría ser presidente o vice, sí director deportivo.

Bernardo de la Garza: Con experiencia como presidente de clubes, pero con pasado en la CONADE al igual que Hermosillo, los disidentes pensaron en el político para ponerlo en el cargo. En caso de que él se convierta en presidente, atendiendo a un posible adiós de Billy Álvarez, Hermosillo podría ser su manager.

Robin Álvarez: El hijo de Guillermo Álvarez es el candidato de la continuidad. Trabaja en Cruz Azul desde hace años, es miembro del consejo directivo desde septiembre, como revelara Robert Dante Siboldi, y es de plena confianza de Billy como para asumir el cargo, ya que en la actualidad es la mano derecha de su padre y trabaja codo a codo con él, pero desde las sombras.