Han pasado cuatro años desde que Cruz Azul disputó su último partido en la cancha del Estadio Azul, el cual se vio obligado a abandonar debido a que los dueños del inmueble no quisieron renovar el contrato de arrendamiento que venció en 2018. El motivo principal apuntaba a que en el lugar ocupado por el histórico recinto de la Colonia Noche Buena se construiría un centro comercial, por lo queel estadio que fue inaugurado en 1946 tendría que ser demolido.

No obstante, luego de que La Máquina se mudara al Estadio Azteca, tras 22 años, ocurrieron varios acontecimientos que no solo frenaron la demolición del inmueble, sino que también dieron paso a que después de tres años volviera a abrir sus puertas al futbol mexicano con el regreso del Atlante a la Ciudad de México.

 

El motivo por el que no se derrumbó el Estadio Azul fue debido a que Javier Sordo Madaleno, mandamás de Grupo Sordo Madaleno, y el socio que tenía planeado edificar el ‘Artz Insurgentes Sur’ en el predio que ocupa el inmueble de la colonia Noche Buena, sufrió una serie de imprevistos que le impidieron concretar el proyecto.

"Resulta que justo en julio de aquel año (2018), Artz sufrió la primera de sus ‘maldiciones’, con el derrumbe parcial de una zona, lo que le costó a Grupo Sordo Madaleno. Empezaron a transcurrir días, luego semanas y meses, se la hicieron cansada a los Cosío, hasta que se dieron cuenta que aquella promesa de proyecto comercial se la había llevado el viento", reveló hace un par de años el 'Francotirador' en su columna del diario Récord.

Hay que recordar que este grupo fue el que edificó el lujoso centro comercial  ‘Artz Pedregal’, al sur de la Ciudad de México, el cual además de dicho derrumbe, ha sufrido balaceras y hasta hubo algunos testimonios de que por ahí rondaban 'fantasmas'. Es así que, al ver que dicho negocio no se logró concretar, la familia Cosío, dueña del inmueble, optó por seguir rentándolo a eventos deportivos, tales como la Liga de Futbol Americano de México (LFA).

 

 

El Atlante acabó con el Azul para regresar el Estadio Azulgrana

Sin embargo, a tres años de la salida de Cruz Azul, el Estadio Azul volvió a albergar partidos del futbol mexicano, gracias al cambio de sede de los Potros de Cancún a la capital mexicana; situación que fue aprovechada por la familia Cosío como última alternativa, pues tuvo que aceptar una renta menor a la que percibía con La Máquina, luego de que se marchara y el proyecto de centro comercial no pudo ser.

"Ahora regresa el Atlante y no le van a cobrar lo que a Cruz Azul, porque lo que quieren los dueños es sacarle algo de jugo a un inmueble que pudo representar mejor negocio como centro comercial, pero que les incumplieron aquella promesa", sentenció el columnista en aquel entonces.

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