Han pasado más de dos décadas, pero el recuerdo sigue intacto. La Copa Libertadores 2001 no solo marcó un antes y un después en la historia de Cruz Azul, sino también en la del futbol mexicano. Fue la primera vez que un club de la Liga MX llegó tan lejos en el torneo más prestigioso de Sudamérica, y aunque la gloria se escapó por instantes, aquel equipo de José Luis Trejo se ganó el respeto de todos.
Entre las figuras de aquella Máquina, José Saturnino Cardozo llegó como refuerzo para la fase final. El paraguayo, ídolo del Toluca, se adaptó de inmediato a la dinámica del plantel y fue parte fundamental del equipo que soñó con la hazaña continental. Hoy, a 24 años de aquella gesta, el ex delantero todavía siente que el título debió ser celeste.
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“Estuvimos muy cerca y para mí Cruz Azul lo merecía. Competimos a la altura de Boca, de River; eliminamos a Cerro Porteño, a Rosario Central, que estaba diseñado para ser campeón. Teníamos un equipazo, jugábamos muy bien al futbol y nos quedamos a nada”, recordó Cardozo en entrevista con Claro Sports.
José Saturnino Cardozo se adaptó muy rápido a Cruz Azul. (Archivo)
“Ese equipo tenía todo. Se defendía bien, gustaba mucho, jugaba muy bien al fútbol y hablo siempre de pieza. Yo creo que Cruz Azul necesitaba un centro delantero en ese momento y menos mal que yo me adapté, parecía que llevaba tres años jugando con ellos, con Palencia, con Matute Morales, tenía jugadores muy inteligentes también”, recordó.
Incluso, el paraguayo jugó la final con una lesión muscular, demostrando la entrega y compromiso de aquel plantel. “Jugué sin estar al 100%, con un desgarro. Aun así, di el pase al gol de Palencia en la Bombonera. Ese equipo tenía todo para levantar la Copa”, afirmó con orgullo.
¿Cómo fue el camino de Cruz Azul en aquella Copa Libertadores 2001?
El camino de aquella Máquina fue digno de una película. En octavos de final eliminó a Cerro Porteño (4-3 global), en cuartos goleó 3-0 a River Plate y en semifinales superó a Rosario Central. En la final, cayó 0-1 en el Estadio Azteca, pero devolvió el golpe en la Bombonera al vencer a Boca Juniors por el mismo marcador, con gol de Palencia. Todo se definió por penales, donde los argentinos impusieron su mística.
“Ese plantel tenía jugadores que podían competir contra cualquier equipo, lo demostramos y el fútbol es así: no siempre sale campeón el mejor. Nosotros era el primer año que estábamos compitiendo en una Copa Libertadores. Sin embargo, asumimos ese reto y esa responsabilidad de competir a esa altura de competir con esos campeones de Copa Libertadores, porque nos tocaron a nosotros dos o tres”, reflexionó Cardozo al respecto.
