Pocos recuerdan que Emanuel Villa nació en Argentina. Afincado en México desde hace casi dos décadas, el nacido en Casilda, provincia de Santa Fe, hoy se identifica más con los colores del tricolor nacional y no duda al afirmar que Cruz Azul ha sido el conjunto más importante de su carrera. Hoy en Vamos Azul celebramos las 39 primaveras del cuarto campeón de goleo en la historia de La Máquina.
Nacido un 24 de febrero de 1982, su destino parecía predestinado al mundo del balón. En la provincia donde pasó toda su niñez y adolescencia, compartía cuadra con uno de los personajes más icónicos del futbol argentino: Jorge Sampaoli. El llamado ‘Hombrecito’ fue el vecino de Tito por varios años pero sus caminos nunca se cruzaron.
Villa hizo carrera en tres clubes de su país hasta su desembarco en México, pero no fue hasta el 2 de julio del 2009 cuando firmaría su vínculo con el club cementero. Provenía desde el Derby County (Inglaterra) y su fichaje levantó expectativas que fueron cumplidas al poco tiempo de sellar su estampa.
Su doblete al Monterrey a las semanas de su llegada, le hizo ganar la devoción de la afición, que veían en el portento físico de ataque la mayor esperanza para rasgar un título cada semestre. En el mismo Apertura de aquel año se convirtió en el cuarto campeón de goleo de Cruz Azul al anotar 17 tantos en el mismo número de fechas.
Rompió redes allá donde fue con la playera cementera, sin embargo, su final en el club de sus amores se dio por la puerta de atrás, peleado con la directiva y con muchas interrogantes en el aire. En junio de 2012 fue ‘obligado’ a finiquitar su salida y poner rumbo a Pumas, desenlace que siempre adjudicó a los jerarcas de La Noria. A pesar de su marcha, los 66 goles que dejó como celeste y los 132 encuentros disputados, lo llevaron a cruzar el umbral que separa a los mortales de las leyendas.
¡Feliz cumpleaños, Tito!