Kevin Ponce tiene 14 años de edad y sufre de distonía generalizada, una enfermedad que afecta a distintos músculos de manera progresiva; no tiene cura, pero si un tratamiento que mantiene a raya el agravamiento de los síntomas. La pesca le ha servido de cura, y también lo unió de por vida con un jugador de Cruz Azul: Milton Caraglio.
Sin los recursos suficientes, los padres de Kevin no pudieron costear una silla postural que ayudaría a mejorar su calidad de vida; y allí es cuando entra Milton en escena: desde México, se comunicó con los padres del niño y les aseguró: “despreocúpense de la silla que de ella me encargo yo”.
“Por un amigo al que siempre le compro cosas de pesca, me manda un mensaje con la condición de este niño Kevin y le conseguimos la silla a la medida. Kevin y su mamá hoy tiene otro estilo de vida, me da satisfacción”, comentó el jugador.
Todo esto ocurrió a mediados del 2018 en Lanús, provincia de Buenos Aires, Argentina, cuando unos amigos de la familia organizaron una rifa solidaria entre el club de pesca para recaudar fondos y ayudar en la compra de la silla de Kevin. Uno de los encargados, el amigo de Caraglio, fue el que sirvió de puente entre el delantero de Cruz Azul y la familia de Kevin.
“A Milton Caraglio lo conocimos por la gente de José Pesca, que eran amigos de él. Cuando hicieron una rifapara juntar fondos para el tratamientoporque laobra social no lo cubría. Necesitábamos plata para una silla postural que valía 130 mil pesos (poco más de 2000 mil dólares), algo que no podíamos pagar”, confesó la madre de Kevin al diario Popular (Argentina), el pasado mes de septiembre.
“Hola amiguito querido, te deseo un feliz cumpleaños, que la pasas muy bien junto con toda tu familia. Te quiero mucho, te mando un abrazo enorme y ojalá pronto podamos vernos. Abrazo grande”, dice Milton Caraglio en un video que envió a Kevin en su cumpleaños.