Según la periodista, Robin Álvarez y la agencia de modelos donde ella trabajaba la engañaron e incluso la dejaron sin viajar al Mundial de Rusia 2018.

Días antes del debut del torneo de Apertura 2018, Cruz Azul anunció en sus redes sociales que Sabrina, una de las integrantes de su grupo de porristas, sería la nueva voz del Estadio Azteca en su mudanza al inmueble, pero semanas más tarde, trascendió que Florencia Alduncin, modelo y reconocida aficionada del club, también sería la locutora del Coloso de Santa Úrsula antes de que se decantaran por la porrista.

+”No sé si llamar fracaso al paso de Paco Jémez por Cruz Azul”: Yayo de la Torre

Pero Florencia no se ha quedado tranquila, ya que nuevamente volvió a disparar contra la directiva por dejarla incluso sin trabajo por la oferta que luego declinaron.

$bp(“Brid_33932834”, {“id”:”6156″,”width”:”800″,”height”:”478″,”video”:”278449″});

“En enero, la agencia me informa que Cruz Azul se va al estadio Azteca y Melquiades no sería la voz del Cruz Azul. Robin Álvarez, hijo de uno los dueños del Cruz Azul dijo que quería que yo fuera una de las nuevas locutoras. Me pareció increíble, es el sueño de muchos. Yo me quedé callada y cuando se acercó la fecha renuncié al diario. Antes del Mundial, el diario me había pedido un proyecto para una marca de cerveza, el cual no armé porque me tenía que quedar para practicar mi debut con Cruz Azul. Ya no fui al Mundial por la misma razón”, comenzó Alduncin.

“Se supone que yo era la imagen y la voz, pero a la mera hora pusieron a Sabrina. No es su culpa, ella era una porrista. Ella y yo estábamos contempladas desde el principio. A mi la agencia me prometió cosas que no me cumplió. Yo le voy de corazón al Cruz Azul”, añadió la periodista.

Pero eso no fue todo, ya que considerando que incluso quedó sin trabajo, Alduncín aseguró que tuvo problemas de salud. “La verdad es que sí me dio depresión, para qué te miento. Es algo que deseaba con el corazón, me preparé y que de repente te digan que ya no, creo que a cualquiera le duele. Ya ni siquiera enojo o frustración, sino tristeza”, finalizó.