Desde su debut, Óscar Pérez jugó por quince años consecutivos en Cruz Azul para luego peregrinar por el futbol mexicano antes de llegar a Pachuca, club que defendiera por cinco años y medio y que fuera su última casa oficial antes del retiro.

El Conejo es un jugador muy querido por los aficionados Tuzos, por lo que aprovechando el partido entre los dos clubes que le llenan el corazón, Pérez fue merecedor de un lindo recibimiento en la cancha del estadio Hidalgo.

A los 21′ del partido, Cruz Azul y Pachuca coordinaron que hubiera un minuto de aplausos, esto por el número que más vistió el Conejo en su carrera.

Además, el partido significó el regreso de Pérez al estadio Hidalgo después de retirarse, por lo que fue un momento muy emotivo para él. Hermoso.