Fue un partido emotivo desde el inicio tras el anuncio en la previa de la muerte de Zizinho, padre de Giovani y Jonathan Dos Santos, este último titular en el equipo de Gerardo Martino que derrotó a la selección de Canadá 2-1 y se instaló en la final de la Copa Oro. Orbelin Pineda volvió a ser importante y fue el que abrió la lata para México en la segunda semifinal de la jornada.

El mediocampista de Cruz Azul volvió a reafirmar su gran momento de forma con un partido en el que fue el faro de luz para el combinado mexicano. De los pies de El Maguito llegaron las mejores ocasiones del seleccionado del Tata, y cerró una gran actuación con el cobro sublime desde los once metros que ponía la ventaja momentánea.

Se jugaba el agregado al final del primer tiempo cuando el árbitro marcó penal en favor del TRI. Pineda fue el encargado de tomar el balón y ponerlo en la mancha de cal: con pasitos cortos, y siempre con la mirada fija en el golero rival, el jugador de Cruz Azul se fue acercando a la pelota como aquel mago que intenta distraer a su público mientras toma algo de sus bolsillos sin ser percibido.

A poco de llegar al contacto con el balón pegó un saltito casi imperceptible y su golpe fue tan preciso que no necesitó potencia. De hecho, el balón entró a las redes ‘sin querer queriendo’ mientras el portero yacía de rodillas tras ser engañado por el truco de El Maguito cementero. Ese fue el primer tanto de un partido que se vio muy luchado durante gran parte de los 90′.

Canadá empataría las acciones al minuto 56′ de la segunda parte tras un buen contragolpe que definió con soltura Tajo Buchanan. No obstante, las emociones serían guardadas para el final cuando Héctor Herrera marcó al 98′ el segundo para la causa local y ponía a México en la final del certamen que disputará ante los Estados Unidos el próximo domingo 1 de agosto desde Las Vegas.