Guillermo Fernández llegó a Cruz Azul proveniente de Racing Club a mediados de 2019. El volante argentino llegaba con el cartel de ser el mejor en su posición en todo el futbol de su país, pero tuvo poca participación, Robert Dante Siboldi no lo consideró en el torneo de Clausura, y a principios de 2020 pidió su salida.

Boca Juniors levantó la mano y negociaron un préstamo de Pol, quien rápidamente se integró al club. Se convirtió en titular indiscutido, fue campeón de la Superliga Argentina en marzo de este año y todo indicaba que se quedaría en el equipo una vez que terminara su cesión.

Juan Román Riquelme, vicepresidente segundo del cuadro Xeneize,y una suerte de director deportivo del primer equipo, fue quien lo trajo de vuelta al club donde se formó Fernández futbolísticamente y declaró que quería retenerlo, por lo que negociaría con Cruz Azul por la cláusula de salida de alrededor de 4,5 millones de dólares.

Sin embargo, por ahora, y a dos meses del término de su contrato con Boca, los argentinos no han platicado con la Máquina por el pase del jugador y, por ahora, deberá volver con el cementero, pese a que su intención es quedarse en su país.

Pol Fernández hoy juega en Boca Juniors. (Jam Media)

¿El problema? Si no pagan la cláusula completa, Cruz Azul no dejará que el argentino se quede gratis en Boca, por lo que tendrá que regresar a México para comenzar a preparar el torneo de Clausura 2021 junto a Robert Dante Siboldi y el resto de la plantilla.