Cruz Azul no ha hecho un buen semestre y es que en siete partidos apenas ha ganado dos veces y ha empatado tres, dejando escapar el triunfo no solo en las igualdades sino también en sus dos derrotas.

La Máquina solo pudo repetir su once una vez, y no precisamente entre dos partidos de Liga, puesto que Pedro Caixinha todavía no encuentra su alineación ideal y no sabe cuál es el mediocampo que quiere utilizar.

Lo habitual este torneo de Apertura 2019 de Liga MX ha sido la rotación, y prácticamente todos los jugadores alternan titularidad con la suplencia: Édgar Méndez, Elías Hernández, Orbelín Pineda, Jonathan Rodríguez, y Guillermo Fernández no tienen segura su participación en el once de Cruz Azul.

Los únicos fijos en sus esquemas son Yoshimar Yotún y Roberto Alvarado, ya que ha alternado también al defensor central Igor Lichnovsky, que ha acompañado a Yoshi en la contención.

¿Cuál es el problema? Que los jugadores del plantel no tienen ni posición ni estelaridad asegurada. Fernández es extremo por derecha, también puede jugar como volante de creación, y Caixinha lo utiliza como volante central. Igual caso con Alvarado, que donde mejor se ha mostrado es por la banda izquierda y habitualmente es el creador de Cruz Azul.

Pero el tema no queda ahí, y es que al caso de Lichnovsky se suma Juan Escobar, que no responde de la mejor forma como lateral y su lugar ideal es en la defensa central, y que Julio César Domínguez no ha rendido bien este semestre pero su lugar en el once no se pone en dudas.

Jonathan Rodríguez es un segundo delantero, pensando en jugar con dos jugadores arriba, pero para Caixinha es lateral, y Elías Hernández, de los mejores jugadores de la Liga MX en los últimos años, pasa más tiempo sentado en la banca de suplentes que demostrando su importancia para Cruz Azul. Es tal su relevancia, que el torneo pasado jugó 7 fechas y fue el goleador de la Máquina casi hasta el final del semestre.

Y para qué decir la delantera. Milton Caraglio ha sido el titular en este Apertura 2019, Martín Cauteruccio casi no ha tenido oportunidades de demostrar este año -a pesar de no convertir desde noviembre de 2019- y Santiago Giménez recién pudo debutar el día de ayer y solo porque el primero estaba lesionado.

Para qué decir Bryan Angulo, que llegó a México hace tres semanas y “va a debutar cuando tenga que hacerlo”, sumando tan solo 35 minutos ante Xolos, cuando Cruz Azul ya tenía 10 jugadores y un empate peligroso en el marcador. Y Misael Domínguez, la joya del mediocampo mexicano, solo juega por la Sub 20 de la Máquina.

No me atrevería a decir que el problema es Pedro Caixinha, pero si sumamos jugadores de calidad, alta inversión en refuerzos y unos jugadores que llevan casi un año jugando juntos y que ya se conocen lo suficiente, es muy difícil entender por qué juegan tan mal como lo hacen.

Pero si el DT hace que sus jugadores solo salten al césped en posiciones que no son naturales para ellos, y demuestran claramente que lo que él les explica no lo entienden y no lo pueden plasmar en la cancha, quizás el problema no pasa por los futbolistas.

Y ¿cómo solucionar estas dificultades? Pues, no hay mucho que hacer sin un cambio de timón. Lo importante es que Pedro Caixinha se dé cuenta de quienes son sus jugadores y dónde juegan mejor y, si sigue insistiendo con el mismo esquema 4-2-3-1 que no funciona, quizás sea buena idea pensar en un nuevo entrenador que le dé un segundo aire a Cruz Azul.