Cruz Azul ligó su quinta victoria consecutiva y séptima en total en el Apertura 2010, torneo que domina con autoridad. La víctima de esta jornada, la octava, fue el Querétaro, que salió del estadio Azul con un 3-0 en contra.
Cruz Azul ligó su quinta victoria consecutiva y séptima en total en el Apertura 2010, torneo que domina con autoridad. La víctima de esta jornada, la octava, fue el Querétaro, que salió del estadio Azul con un 3-0 en contra. El superlíder del certamen, que venía de golear 6-0 al Árabe Unido de Panamá a mitad de semana, se presentaba en casa, donde marcha con récord perfecto de cuatro triunfos en el mismo número de juegos, para recibir a un equipo de Gallos Blancos cuyas aspiraciones son mucho menores a las de la Máquina. El buen momento que atraviesa el conjunto dirigido por Enrique Meza se volvió a poner de manifiesto desde el primer tiempo, cuando el equipo cementero logró darle un rumbo definitivo al desenlace del encuentro. Luego de 27 minutos en los que a Cruz Azul le estaba costando trabajo vulnerar la portería rival, llegó la apertura del marcador por medio del argentino Emanuel Villa, quien aprovechó un buen servicio aéreo de Julio César Domínguez desde la izquierda para elevarse más que nadie en el área queretana y colocar la pelota al fondo de la red con un buen cabezazo. El gol resultó en un fuerte golpe anímico para el equipo visitante, que perdió la concentración y el orden que había planteado desde el comienzo y seis minutos después del gol de Villa, llegó el segundo por conducto del también argentino, Maximiliano Biancucchi. El ex jugador del Flamengo de Brasil recibió solo en el área chica un excelente recentro con la cabeza de Javier Orozco, quien sin ser egoísta vio mejor ubicado a “Maxi” y lo asistió para que simplemente empujara la pelota hacia adentro del arco defendido por “Chiquito” Bossio. En la segunda mitad, el equipo cementero bajó un poco la intensidad al darse cuenta de que era muy difícil que el Querétaro pusiera en riesgo una nueva victoria en casa. Los celestes administraron el resultado y manejaron el desarrollo del encuentro sin demasiados apuros para el arquero José de Jesús Corona, quien tuvo una tarde muy tranquila en términos generales. Cuando se acercaba el final y todo parecía que terminaría con el 2-0 para la Máquina, Adrián Cortés ejecutó magistralmente un tiro libre directo y puso la pelota lejos del alcance del arquero rival para decretar el tercero y definitivo. Con este resultado, Cruz Azul llegó a 21 puntos y se afirma cada vez más en la cima de la tabla general y por supuesto del grupo tres, acercándose a pasos agigantados a una clasificación tempranera a la liguilla por el título. El próximo compromiso del equipo de La Noria será en el ámbito internacional aunque nuevamente en la cancha del Azul, donde el martes por la noche recibirá al Toronto FC en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones de Concacaf. Danos tu opinión.
