El futbol mexicano en general y Cruz Azul en particular han visto pasar jugadores de renombre a lo largo de los últimos largos años. Algunos de ellos han dejado una huella en la Liga MX, mientras que otros no lograron cumplir con las expectativas que traían debido a una prolífica carrera. Este fue el caso de Roque Santa Cruz.
Para el mercado de invierno de cara al 2025, se anunció que La Máquina pagaría uan transferencia de 2 millones de euros para fichar al delantero paraguayo. Pero eso no fue todo: su salario anual rondaría los 38.870.000 millones de pesos anuales según ESPN, algo así como 2.6 millones de dólares. Esto lo convertía en el mejor pagado de todo México incluso por encima de Ronaldinho, quien por entonces militaba en el Club Querétaro.
Para más noción de la estratosférica cifra que en La Noria desembolsarían por entonces, el ex del Bayern Múnich y Manchester City ganaría más del doble del dinero que percibía en el Málaga. Antes de llegar al cuadro celeste, su sueldo era de 900 mil euros al año.
Así fue la corta etapa de Roque Santa Cruz en Cruz Azul
Sin embargo, las cosas estuvieron lejos de ser como se esperaban: Santa Cruz debutó como titular el 10 de enero de 2015 en una victoria contra Pachuca, y solo una semana despues saldría lesionado ante Santos Laguna, a los 14 minutos de partido. Por un problema muscular, el histórico atacante causaba baja durante seis jornadas de aquel Clausura 2015.
Al momento de contratarlo, Cruz Azul y Roque Santa Cruz acordaron un contrato de dos años. Pero, de manera drástica, su estadía se redujo a nada más que 10 partidos en aquel semestre de Liga MX. En ese lapso consiguió un total de cuatro goles: uno ante Tijuana, dos ante Tigres y el último ante Pumas por la fecha 15.
Al cabo de un semestre, en el mercado de verano se acordó que Santa Cruz salga de Cruz Azul y regrese a Málaga a préstamo por un año. En junio de 2016, finalmente rescindió su contrato con La Máquina Cementera, motivando así el regreso a su país natal con el Olimpia.