Cruz Azul y Toluca protagonizaron uno de los duelos más atractivos de la jornada 4 del Apertura 2024 de la Liga MX. Maxi Araujo y Ángel Sepúlveda se vistieron de goleadores de un duelo que terminó en tablas y con varias polémicas. Una fue externada por Tiago Volpi ante la prensa, y quien pidió en reiteradas ocasiones detener el compromiso.

El guardavallas brasileño explicó ante los medios de comunicación que el grito homofóbico se hizo presente en el Estadio Ciudad de los Deportes y que el árbitro lo ignoró. “Yo no sé más nada, dicen que no se puede más y que hay que parar el partido. Yo hablé con el árbitro, no hizo caso y no sé, al final la regla es una regla, después es otra. No sé si se puede o no se puede, le hablé al árbitro para parar el partido justo por eso y no me dijo nada, no me hizo caso”, reconoció Volpi.

Rafael López, el juez del encuentro, hizo caso omiso a los pedidos de Volpi y el juego continúo sin ninguna advertencia al público presente. “Yo creo que es una regla y estamos tratando de que no haya en el mundo que vivimos hoy, que no haya ese tipo de cosas siempre digo que hay que respetar, al final es parte de la sociedad que vivimos hoy y si ya está prohibido no se puede hacer”, explicó el portero del Toluca.

Volpi fue también uno de los protagonistas en el desarrollo del encuentro al detener dos cabezazos de Giorgos Giakoumakis que iban directo al arco. Además, el portero sudamericano también recibió un rodillazo involuntario por parte del delantero griego y que lo dejó tendido en el césped por varios minutos.

La polémica entre Martín Anselmi y Renato Paiva

Las polémicas estuvieron a la orden del día durante los 90′ minutos de Cementeros contra Diablos. Los entrenadores de los equipos tuvieron rencillas en el pasado y que se hicieron palpables en el choque del sábado: Renato Paiva no saludó a Martín Anselmi por el problema que ambos protagonizaron en Independiente del Valle.

“Como persona (Anselmi) es una desilusión total, porque no vale todo para estar en el futbol. Independiente del Valle tenía un entrenador y él constantemente intentó entrar en el club. El club ya tenía un entrenador y ese era yo. Es una historia que yo ya sabía que iba a ser así y el próximo entrenador iba a ser él porque ha hecho de todo y en momentos muy feos, en especial cuando perdíamos para entrar en este club”, contó Paiva a DirecTV hace un par de años y que motivó el no saludo del pasado sábado.