El futbol mexicano despidió este lunes a una de sus figuras más influyentes y polémicas fuera de las canchas. Carlos Hurtado, histórico representante de jugadores y entrenadores, falleció durante la madrugada, noticia que se dio a conocer por medio del exfutbolista chileno Carlos Reinoso, quien lo despidió con un emotivo mensaje en redes sociales.

“Amigos del futbol, otra noticia triste para mí. Me acabo de enterar que murió Carlos Hurtado. Lo conocí a los 14 años, mi compañero de golf. Descanse en paz, cariño a su familia”, escribió el ídolo americanista en su cuenta de X. La publicación rápidamente se viralizó y generó una ola de reacciones dentro del medio deportivo.

Aunque no se han revelado las causas de su fallecimiento, la noticia provocó múltiples muestras de afecto y condolencias por parte de jugadores, técnicos y dirigentes que en algún momento coincidieron con él. Su figura, para muchos, representaba una parte esencial de la historia moderna del futbol mexicano.

Durante varias décadas, Hurtado fue una de las voces más escuchadas en los despachos de la Liga MX. Gracias a su amplia red de contactos y su agencia de representación, participó en innumerables negociaciones de futbolistas y entrenadores, además de influir en operaciones clave entre clubes nacionales y sudamericanos.

Su nombre estuvo ligado especialmente a Cruz Azul durante la administración de Guillermo Álvarez Cuevas. Diversos testimonios lo señalaron como un personaje cercano al poder cementero, aunque el propio “Billy” Álvarez desmintió reiteradamente esa versión, calificando la supuesta sociedad como una “leyenda urbana” que lo perseguía.

¿Por qué Hurtado dejó un mal recuerdo en Cruz Azul?

Se le acusaba de “colocar” o “imponer” jugadores en los equipos, incluso si estos no eran del perfil que el cuerpo técnico realmente necesitaba o no tenían la calidad suficiente. La idea era que, al ser su representado, el jugador llegaría sí o sí, a veces con comisiones infladas para el promotor.

Con su muerte, se cierra una etapa marcada por los promotores que ejercían poder tras bambalinas. Carlos Hurtado fue parte de ese entramado invisible que definió decisiones, destinos y jerarquías dentro del futbol mexicano. Su partida simboliza el final de una era que moldeó, para bien o para mal, la estructura del balompié nacional.