El arranque de la Leagues Cup 2025 parecía el escenario ideal para que Cruz Azul volviera a soñar en grande. Clasificado como uno de los mejores equipos de la Liga MX y con el antecedente de ser el campeón de la Concachampions, La Máquina partía como favorito. Todo indicaba que tendría cierta ventaja en el torneo en cuanto a la logística por parte de la organización.
Pero lo que se prometía como una oportunidad terminó siendo, en palabras de Adrián Esparza, una “estafa”. Durante un nuevo episodio de El Podcast de La Máquina, junto a Emanuel Villa no se guardaron nada. El periodista reveló que, pese a que Cruz Azul era uno de los mejores posicionados, el formato del torneo jugado exclusivamente en Estados Unidos volvió a perjudicar a los equipos mexicanos.
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“Es ridícula la ayuda. Te toca a ti como mejor equipo de Liga MX ir a Seattle, a cancha sintética, del otro lado del país. Después, tienes una localía en Los Ángeles… ¿Contra quién? Contra el Galaxy en su estadio. Ah, pues gracias”, ironizó Esparza. Y luego agregó: “la única ventaja para Cruz Azul va a ser jugar contra Colorado en Los Ángeles; o sea, no viajar a Denver“.
Villa apoyó el planteo y fue más allá: “Ellos tienen todo para ganar. Nunca se puede dejar de lado el contexto. Hay que ver qué pasaría si este torneo se jugara en Monterrey, en Toluca o en Ciudad de México”. Ambos coinciden en que no solo se trata de resultados negativos, sino de un funcionamiento condicionado por factores externos.
“Tienes que viajar, cruzar Estados Unidos, estar hospedado 15 días en un hotel mientras tu rival está en su casa el día anterior, come con la esposa, come con los hijos, los lleva a la escuela. Está en su entorno, juega en su estadio, juega con su clima, con su gente, en su cancha“, sentenció el hombre de TUDN.
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La organización del torneo ya había recibido críticas por parte de diversos clubes de la Liga MX en años anteriores, lo que llevó a cambios en el formato para esta edición 2025. Si bien se buscó reducir los traslados y programar los partidos entre semana para no interferir con las ligas locales, la percepción sigue siendo la misma: los equipos mexicanos van en clara desventaja.
Y por si fuera poco, los jugadores y cuerpos técnicos no pueden expresarse abiertamente. Según Esparza, hablar en contra del sistema podría costarles hasta 50.000 dólares en multas, por lo que muchas inconformidades solo se escuchan hablando “en corto”.
