A los 24 minutos del empate entre Rayados de Monterrey y Cruz Azul, Javier Salas debió abandonar la cancha cojeando y entre lágrimas por una grave lesión que había sufrido tan solo minutos antes, que le impidió seguir jugando.
La duda estaba instalada, hasta que en conferencia de prensa Pedro Caixinha confirmó que el jugador se había cortado el tendón de Aquiles, sería operado y se convertía en la octava baja de Cruz Azul.
Y aunque él no quiso oficializar nada, hasta que se le realicen los exámenes médicos este domingo en la Ciudad de México, Salas salió del Estadio BBVA Bancomer con muletas y bota ortopédica en su pie izquierdo, por la grave lesión que sufrió. Fuerza, Javier.