Uno de los grandes bombazos que se confirmaron sobre el cierre del mercado de la Liga MX fue la llegada de Uriel Antuna a Tigres. Si bien en Cruz Azul especulaban con una posible salida de su campeón de goleo, siempre se pensó que iba a ser vendido a Europa. Sin embargo, el hecho de que se frustrara la operación con el AEK Atenas generó que el agente del jugador busque ofertas dentro de México.

La realidad es que fue el propio futbolista quien forzó su salida debido a que creía que su ciclo “estaba cumplido”. A pesar de que se trató de una baja sensible para Martín Anselmi, La Máquina embolsó alrededor de 3.5 millones de dólares por la venta de Antuna. Es verdad que la operación final costó unos 8 millones, pero el 50% de la carta del Brujo le pertenecía a Chivas, por lo que esa cifra tuvo que ser dividida.

Lo cierto es que a Uriel le ha costado mucho encontrarse con su mejor versión en el equipo comandado por Veljko Paunović. Además de perder perder la titularidad, también es uno de los principales apuntados por la afición tras perder el Clásico Regio. Aún así, los aficionados felinos terminaron de explotar en contra del Brujo después del terrible gol que falló frente a Mazatlán cuando el partido todavía estaba empatado.

Tigres terminó cayendo frente a los Cañoneros por 2 a 0 y sumó su segunda derrota consecutiva en el Apertura 2024. Aunque los Felinos están bien posicionados en la tabla, está claro que su intención era pelearle a Cruz Azul el liderazgo. Es el único conjunto de la parte alta que todavía no se enfrentó a los de Martín Anselmi, por lo que tenían una oportunidad muy buena de pelear el primer puesto.

Ante este contexto, la afición de Tigres eligió a Uriel Antuna como el máximo responsable de la derrota ante Mazatlán. Por supuesto, el enojo fue manifestado en redes sociales en donde muchos felinos compartieron un mensaje muy claro: “No vale para nada, que se vuelva a Cruz Azul”. En la misma línea, el pueblo cementero se burló de esta situación respondiendo: “No hay cambios ni devoluciones”.