El nombre de César Montes volvió a aparecer con fuerza en las conversaciones de Cruz Azul. Titular con la Selección Mexicana y con experiencia en Europa, su posible regreso a la Liga MX genera expectativa entre los aficionados cementeros. La lesión de Jesús Orozco Chiquete dejó un vacío en la defensa que La Máquina busca cubrir con jerarquía, y el Cachorro aparece como el refuerzo ideal.
Más allá de cubrir una necesidad inmediata, su llegada implicaría un salto de calidad para La Máquina. Combina experiencia internacional, liderazgo en el campo y conocimiento de la Liga MX tras su paso por Monterrey, lo que lo convierte en una opción que no solo fortalece la defensa, sino que también aporta competitividad al plantel.
El interés del club cementero no es casual. Cruz Azul se prepara para el Clausura 2026 con la intención de reforzar posiciones clave y dejar un mensaje claro en el mercado: que busca futbolistas de jerarquía capaces de marcar la diferencia. Montes encaja en ese perfil, y aunque aún no hay definiciones ni acuerdos, su nombre se mantiene como prioridad para la directiva.
Ahora, una pregunta que todos se hacen es si César Montes estaría dispuesto a regresar a México. En palabras de Adrián Esparza Oteo, en El Podcast de La Máquina, el defensor no cierra la puerta, pero tampoco hay compromisos concretos: “Ha de ser muy difícil estar en Rusia. No dudo que el mismo Montes ya diga: ‘Bueno, ya después de algunos añitos acá, pues es momento de cerrar un buen contrato en México’”.
“No lo dudo, porque hasta donde sé en las pláticas, Montes ha coqueteado con el fútbol mexicano. Es decir, le dicen a Montes: ‘Oye, ¿estarías dispuesto?’, y él responde: ‘Sí, me gusta el proyecto y tal’. Por lo menos con Cruz Azul dice: ‘Adelante con el proyecto’”, explicó Esparza.
Las 2 grandes barreras que complican la llegada de César Montes a Cruz Azul
Aun con la apertura que ha mostrado César Montes, existen dos grandes obstáculos que complican su llegada a La Máquina y que, por ahora, mantienen en suspenso a la afición cementera.
El primero: Montes tiene contrato con el Lokomotiv de Moscú hasta 2029, y el club ruso no facilitará su salida a menos que se pague una cifra cercana a los 8 millones de dólares. Esto lo convierte en una operación compleja, no solo por el monto, sino también por la competencia que podría surgir de otros equipos interesados en el defensor.
El segundo obstáculo es el factor económico interno de Cruz Azul. El salario que percibe Montes en Rusia está muy por encima de cualquier referencia dentro del plantel cementero. Igualar su sueldo no solo sería un esfuerzo financiero extraordinario, sino que además lo transformaría en el jugador mejor pagado del equipo.
