Cruz Azul goleó con un sonrojante 8-0 al humilde Arcahaie FC en la vuelta de los octavos de final de Concachampions. El encuentro se definió apenas a los 2′ minutos cuando se abrió el marcador para los locales, que en una muestra de deportividad, no bajaron su nivel de intensidad en los 90′ minutos a pesar de la superioridad abismal.

El conjunto visitante vivió una auténtica odisea para su llegada a Ciudad de México. Con préstamos de la Concacaf, una ayuda de parte de los propios cementeros, e incluso una petición de ayuda por parte de sus directivos hacia la afición, el Arcahaie FC se presentó en el Estadio Azteca en lo que fue el partido más importante de su corta historia como institución.

Las carencias evidentes en su juego están a la par de las que vive un club de apenas cinco años de existenciay que proviene de una de las naciones más pobres del planeta. Esta condición llevó a uno de sus jugadores a ‘dar la espantada’ en plena concentración para radicarse en tierras aztecas ante la precariedad reinante en la isla del Caribe.

Tuit de Luis Omar Tapia

Esto llevo a que el duelo de ayer fuera un ejercicio de resistencia para un equipo semiprofesional ante una de las potencias de la zona. Conscientes de que esta eliminatoria consistió en un mero trámite, Cruz Azul quiso aportar su granito de arena para hacer más llevadera la situación del Arcahaie FC.

Y es que al final del compromiso los jugadores cementeros tuvieron un gesto honorable que pasó desapercibido ante las cámaras de televisión. Tras el pitazo inicial, los futbolistas haitianos no pudieron asistir al protocolar cambio de camisetas entre escuadras al solo poseer una equipación dentro de la expedición, sin embargo, los de Cruz Azul hicieron caso omiso y les entregaron sus playeras como el mejor de los recuerdos de una noche rara, en donde se presenció la desigualdad que reina en una competencia que a pocos entusiasma.