Álvaro Dávila llegó a Cruz Azul y causó una revolución en los despachos. El nuevo presidente de los cementeros está convencido de borrar todo rastro de Billy Álvarez en las oficinas del club, por lo que no ha tenido contemplación a la hora de remover a directivos de sus cargos y reorganizar un nuevo organigrama si la presencia de los ‘fieles’ del antiguo mandatario.
La figura que más ‘problemas’ ha generado a Ávila es la de Jaime Ordiales, director deportivo y que llegó a su puesto de la mano de la antigua directiva. El también exentrenador ha ido perdiendo peso a la hora de la toma de decisiones en la cúpula de la institución y su imagen cada vez se ha hecho más difusa en el día a día del equipo.
Los nuevos dirigentes no han ocultado el escepticismo que ronda los alrededores de Ordiales al considerarlo un ‘hombre de Billy’, por lo que tenían entre sus planes darle de baja y removerlo de su puesto en las oficinas. Sin embargo, en las últimas semanas las dos partesllegaron a una especie de ‘Guerra Fria’ y el exjugador continuará en su cargo hasta el final de su contrato, que vence en un año.
Sin embargo, esta decisión no pareció gozar del consenso general, y de acuerdo a información de la columna San Cadilla, del diario Reforma, la razón por la que Ordiales continuará en Cruz Azul tiene tintes puramente económicos: no hay dinero suficiente para poder pagarle una indemnización en caso de apartarlo del cargo.
“Los mandamases celestes decidieron respetarle el contrato a Ordiales, al cual le queda un año, simple y sencillamente porque no quieren soltar ni un centavo en indemnizaciones. Pero una cosa es que se quedey otra muy diferente es que le hagan caso, sobre todo la gente que trajo el nuevo presidente, Álvaro Dávila”, se lee en parte de la información.