Las tradiciones que han acompañado a las porras de Cruz Azul durante años se han ido perdiendo con el correr del tiempo. Pero nada marcó más a la afición celeste, para mal, que la mudanza al estadio Azteca a mediados de 2018. Varios de aquellos elementos identitarios que estaban marcados en el estadio Azul no se fueron a Santa Úrsula, o fueron desapareciendo con el pasar de los meses.
Partiendo con el hecho de que enfrentar al Club América, en la que ha sido su casa eternamente, es un punto negativo. Si el dos veces mundialista no se llena, La Sangre Azuldebe convivir con una insignia gigante del archirrival. Ya no tienen el sonido del ferrocarril, luego del triste fallecimiento de don Gabino, ni hay porras familiares o femeniles como se caracterizaba la Máquina en el pasado.
En plática con Mediotiempo, el ex líder de La Sangre Azul, Rafael Rubio, aseguró que“Cruz Azul siempre se ha caracterizado por ser una institución que maneja muy cuidadosamente ese aspecto, algo más familiar, un apoyo sano al club. Han tenido muchas porras familiares, era el equipo con más porras familiares del futbol mexicano. Tenía incluso porras de solamente niñas, además el grupo de las Celestes estaba bien manejado en su momento con chicas preparadas y no solo que tuvieran un buen aspecto físico”.
Encuesta ¿Debe recuperar su poder La Sangre Azul?
¿Debe recuperar su poder La Sangre Azul?
YA VOTARON 468 PERSONAS
Pero según Rubio, apodado como La Pulga, todo eso murió cuando Cruz Azul llegó al Coloso de Santa Úrsula. “Cuando regresamos al Estadio Azteca sí existían las porras familiares como tal. Incluso el señor que llevaba las baterías dejó de ir por el tema del pasar de los años. Luego vino la pandemia y el cambio de la directiva y sé que porras familiares y las femeniles ya no existen, les dieron las gracias y ya no les dan apoyos“, añadió.
Pero, ¿por qué se debilitó La Sangre Azul? Principalmente por sus acciones radicales en 2013, tras la final perdida frente al América.“Antes teníamos una cierta cantidad de apartados de boletos, los comprábamos directamente en taquilla y teníamos ese privilegio. A consecuencia de esa ruptura con la directiva se nos fue negado el acceso en el Azul y así nos manejamos hasta la actualidad, sobre todo la facción que manejo yo. Ahora en el Azteca es difícil adquirir los boletos por lo de la pandemia y la plataforma”, destacó.
La división de la porra de Cruz Azul ocurrió hace varios años. “Eso lo hacíamos desde antes, pero teníamos el reconocimiento de la directiva en el Estadio Azul hasta que rompimos las relaciones. Después de la desafiliación que tuvimos, un par de torneos pasaron y ahí se genera una ruptura entre nosotros y se dividen las dos facciones”, cerró La Pulga.