La buena actuación de Cruz Azul en la Copa Libertadores del 2001, en donde llegó a ser finalista, le valió la invitación para el trofeo Teresa Herrera de aquel año que se disputó en La Coruña, España. Real Madrid, Peñarol (Uruguay), Cruz Azul y Deportivo La Coruña, dirimirían al campeón del torneo que se disputa cada verano en el estadio Riazor.

A La Máquina le tocó “bailar con la más fea”, y en su primer partido -semifinales- se enfrentaba al todopoderoso Real Madrid, que en aquel entonces era dirigido por Vicente Del Bosque. En un partido trabado, propio de esos que se ven en torneos de verano, Miguel Zepeda abrió el marcador para los mexicanos al minuto 55 tras un disparo cruzado inalcanzable para Iker Casillas y adelantaba a La Máquina.

La ventaja duró hasta el minuto 88, a solo dosminutos del final, hasta que Raúl logró batir a Óscar Conejo Pérez y llevaba el partido a la definición por penales. Más allá de la ‘casi’ gesta de Cruz Azul, que tuvo la victoria a solo dos minutos de partido, el juego será recordado por los dos penaltis que le detuvo el Conejo a Luis Figo, flamante balón de oro y fichaje estrella del equipo.

“Solo tú me haces esto”, le diría el portugués al guardavallas cementero al término del partido. El primer penalti llegó recién empezado el partido: apenas al minuto 10, Juan Reynoso con su codo impidió el paso de Figo que cayó en el área y se decretaba la pena máxima. El ‘10’ disparó a una esquina pero no contaba con la elasticidad de Pérez que logró detener el balón aun y cuando dio un rebote frontal que el mismo portugués remató pero se encontró de nuevo con la humanidad del portero que se agrandaba ante la mirada atónita de todo Riazor.

Ya en la tanda de penaltis, en donde el Madrid se impuso 3-1 a La Máquina, Figo fue el segundo cobrador tras Raúl. Y como aquel ‘porfiado’ que tropieza con la misma piedra, el balón de oro se encontró de nuevo con el Conejo, quien logró atajar su tiro esquinado y daba esperanzas a los celestes. Figo, resignado, se volvió hacia el medio del campo con una sonrisa irónica que escondía sudejo de impotencia.

La historia terminó con el Madrid avanzando a la final y que ya en aquella instancia la perdería ante el Deportivo La Coruña. Cruz Azul por su parte se vio las caras contra Danubio en el partido por el tercer puesto y también cayó ante los uruguayos por marcador de 2-1. Sin embargo, aquel torneo será recordado por la ‘pesadilla’ que vivió Luis Figo ante la figura de Óscar Pérez que se vistió de héroe y provoco la frustración del portugués que no le quedó más remedio que decirle: “Solo tú me haces esto”.