Cruz Azul alcanzó un lugar en la liguilla luego de seis torneos sin conseguirlo y las tribunas del Estadio Azul vibraron como hacía mucho tiempo que no sucedía.

La afición celeste, leal y lastimada en la época reciente, pudo descargar toda la euforia que generó el triunfo de Cruz Azul; triunfo que los puso en una fase final del fútbol mexicano por primera vez luego de tres años y que pareciera, terminó con un sinfín de rachas negativas que rodeaban a “La Máquina”.

Desde el Clausura 2014, la ausencia del equipo en la fiesta grande era una recurrente semestral y desde el Clausura 2015, ligar dos victorias en Liga MX parecía una utopía. Todo eso finalizó con el triunfo sobre Veracruz el pasado sábado, motivo suficiente para generar una explosión en las tribunas.

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La asistencia total al inmueble fue de 26,149 aficionados en un estadio cuya capacidad es de 33,000, pero que por motivos de seguridad, varias secciones fueron cerradas en el partido.