En Cruz Azul, cada cierre de torneo suele venir acompañado de tensión, expectativas y debates que crecen al ritmo de la Liguilla. Y aunque el equipo llega con buen impulso futbolístico, uno de los temas que más ruido genera puertas adentro es la situación de Mateusz Bogusz. El polaco es un jugador de talento probado, pero cuyo presente se mueve entre la irregularidad, el deseo de salir y una evidente incertidumbre por su futuro.
En los últimos días, la combinación entre su cambio de agencia, su búsqueda de mayor exposición rumbo al Mundial 2026 y su falta de minutos en el semestre encendió nuevamente la discusión. Ese escenario llevó a Javier Alarcón y a Emanuel Villa a analizar lo que podría convertirse en un problema incómodo para Nicolás Larcamón justo en el tramo más decisivo del semestre.
El reportero fue contundente al señalar que la responsabilidad no recae únicamente en una de las partes (la directiva). Para él, la autocrítica debe incluir a Bogusz, especialmente por su rendimiento cada vez que ha recibido oportunidades. Explicó que, cuando Larcamón lo ha utilizado, “está como un coche fuera de ritmo”, sin terminar de ofrecer lo que se espera de quien llegó con etiqueta de refuerzo estelar.
Su mayor preocupación, sin embargo, no pasa por ello, sino por lo que podría ocurrir en la Fiesta Grande. “A mí lo que me preocupa es que en la Liguilla lo vayan a marginar porque ya se quiere ir, pero tampoco que presionen a Larcamón en el otro sentido: ‘úsalo porque se nos va a devaluar’“, advirtió. Para él, podría caerse en un juego de presiones cruzadas donde cada decisión termine afectando tanto el valor del jugador como la armonía interna del equipo.
En contraste, Villa puso énfasis en la necesidad de transparencia entre Larcamón y la directiva. El ex delantero considera que la Liguilla no es el espacio para discutir estos temas, sino para enfocarse exclusivamente en lo deportivo. “El cuerpo técnico pondrá a los que mejor vea y a los que necesite para ciertas situaciones“, afirmó, descartando la idea de que puedan imponerse decisiones comerciales.
¿Qué piensa la directiva de Cruz Azul sobre el caso Bogusz?
Para la directiva, el caso Bogusz se analiza desde una óptica principal: la inversión. En La Noria saben que costó más de 10 millones de dólares y que, a diferencia de otros futbolistas que perdieron valor en el pasado, este todavía tiene 24 años, proyección y un mercado europeo que sigue atento a su evolución. Por eso, la postura interna es firme: no quieren ponerlo directamente en venta ni aceptar una salida precipitada, especialmente cuando recién comienza a recuperar minutos y ritmo.
¿Por qué el caso de Mateusz Bogusz es tan complejo para Cruz Azul?
La situación de Mateusz Bogusz combina varios elementos que, juntos, generan un difícil rompecabezas. Su necesidad de sumar minutos para estar en el Mundial 2026 con Polonia choca con su poca actividad reciente en México. Al mismo tiempo, su cambio de agencia y las versiones constantes sobre intereses extranjeros vuelve a poner en duda su continuidad.
También pesa el antecedente de la propia institución, con el temor de que Cruz Azul pueda repetir errores del pasado, como los cometidos con Giorgos Giakoumakis: poca gestión interna, mala comunicación y una salida precipitada que terminó afectando el valor del jugador y la planificación de fichajes.
