En los grupos, sin importar cual sea el equipo, se necesitan referentes que les marquen el camino a los más jóvenes e incluso, para aquellos que ya tienen experiencia jugando en primera división. Sin lugar a dudas, quien cumplía ese rol era Héctor Adomaitis, quien fue campeón con Cruz Azul en 1997.

En una entrevista exclusiva que mantuvo para Vamos Azul, el argentino dejó varias perlas dignas de ser contadas. Una de ellas tiene que ver con una especie de ritual o costumbre que había en ese momento dentro del vestidor, que tenía como objetivo primordial que se respeten las reglas, pero también divertirse.

“Nosotros entrenábamos a las 11 de la mañana. En La Noria o el Estadio Azul. El Flaco (Fernando) Tena nos exigía que 10:30 teníamos que estar en el vestidor si o si. (José Luis) Trejo, el siguiente DT decía lo mismo. El que llegaba 10:31 tenía multa. Ya mirabas el reloj y el capitán apuntaba todo, aunque yo también era el encargado de eso”, comenzó diciendo el Ruso al respecto.

La peculiar dieta de Adomaitis y los jugadores de Cruz Azul en aquel entonces

Luego, quien también vistiera las playeras de Santos Laguna y Atlas comentó otra infidencia: “Yo llegaba al club y antes pasaba por una pastelería muy conocida llamada el Globo, que está en la Avenida Circunvalación. Compraba dos bandejas de pan dulce y donas y a las 9:30am estábamos tomando café con el equipo, comiendo rico. Mientras leíamos el diario Récord, y hablábamos de fútbol”, exclama risueño Adomaitis.

Esto, más allá de que parezca algo simple, denota la unión que tenía el plantel de Cruz Azul por aquellos tiempos. Vale recordar que no solo se ganó el Torneo de invierno en 1007, sino que se alcanzó la final de la Copa Libertadores 2001, en donde estuvimos a centímetros de derrotar a Boca Juniors en La Bombonera.

Héctor Adomaitis supo llevar muy bien la 10 del cementero (Imago).

Tras contar parte de su costumbre, el Ruso redondeó la anécdota tan particular: “El que quería comer comía, no pasaba nada. Esto generaba mucha unión. La mayoría llegaba 9:30, otros caían pero se iban para el gimnasio. Si llegan 10 o 15 minutos antes a entrenar, algo no está bien, le tenés que buscar la vuelta“, comentó con respecto al hábito de los futbolistas.

El consejo que Adomaitis le da a Giorgios Giakoumakis

En otro pasaje de la entrevista, el formado en Temperley se expresó sobre nuestro flamante número 9: “Si él viene en el estado de figura y tiene que hacer menos que el resto, no, tiene que volver a demostrar, tener hambre de triunfo. Eso le faltó a Cruz Azul en el torneo pasado, ese jugador que defina”, dijo con convicción.