Este miércoles 1 de mayo confirmaron el fallecimiento de Paco Villa. El famoso relator mexicano, y que nunca ocultó su debilidad por Cruz Azul, padecía cáncer desde hacía unos años y en las últimas semanas su salud se había deteriorado. Las redes sociales se convirtieron en un centro de acopio de mensajes de apoyo para una de las voces más reconocidas del futbol mexicano en el último tiempo.

Precisamente en las redes sociales es donde Paco Villa era más activo. Reconocido por la pasión y claridad con la que expresaba sus ideas, Paco dejó un último posteo en X (antes Twitter) que puede servir de ejemplo para las nuevas generaciones sobre cómo manejarse en la era digital.

Me encanta mi uso de Twitter en estos últimos días: Entro de vez en vez para emitir un comentario. Me entero de noticias y leo a la gente que me interesa leer. Leo algunos comentarios, bloqueo a tres o cuatro agresivos tuiteros, y ciao. Se siente mucho mejor hacerlo así. Convencido de ello.”, escribía Paco Villa el pasado 4 de abril.

Su fallecimiento generó eco en los medios de comunicación. De colegas a ex compañeros, todos se unieron en una sola voz para despedir a uno de los periodistas deportivos de mayor trayectoria en México. De su autoría es la narración de La Novena de Cruz Azul, un relato que eriza la piel por la emoción con la que Paco se dejó la voz en la cabina de transmisión.

El último posteo de Paco Villa

¿Paco Villa lloró en esa narración?

La consecución de La Novena estrella de La Máquina en la Liga MX es recordada, tanto por el fin de la sequía que cargaba a cuestas Cruz Azul por espacio de 23 años sin conquistar un título local, como por la narración de Paco Villa en los estudios de grabación. Su voz se quebró y sus gritos inundaron los oídos de toda una afición que esperó por más de dos décadas para celebrar.

Sin embargo, y como el mismo lo reconoció, no lloró. Así lo contó: “Te quitas los audífonos y te conviertes otra vez en aficionado. Fue un momento muy especial, la gente cree que yo lloré en ese momento, y no, lloré cuando llegué a la casa, me recibió Ethel con la playera. Tengo dos playeras de Cruz Azul, una me la regaló Beto Valdés, del campeonato, y la otra que es con la que me recibe Ethel, la del Tito Villa, del campeonato de goleo, ahí ya, la verdad lloré“.