Mario Ortíz
Hay noches en que es mejor no darse una vuelta por el estadio. La de este sábado era una de esas. No por los rivales, que lucían atractivos. Atlas y Cruz Azul, al menos se veía garantía de goles. Y aunque al final, cuando el tiempo se agotaba, Mario Ortiz le dio el triunfo a los Cementeros (0-1), el tercero al hilo, de la Jornada 6 a la 8, ante Morelia, Indios y ahora Atlas, que no gana desde la Jornada 3, en uno de esos partidos que se olvidarán con un tequila y dos cervezas. La gente del Jalisco lo intuía, quizá por eso, la pobre entrada en el inmueble de la avenida Independencia. El choque resultó un atorón. Un nudo pasado por medio campo sin genios para el desamarre y demasiados hombres corriendo por la cintura con el músculo como principal motor. Queda claro que Ricardo La Volpe sabe copar cada metro del terreno, igual Enrique Meza, aunque lo niegue, tiene una escuela inmejorable para nulificar las virtudes del rival. Lo malo estuvo en que el cuadriculado que ellos plantearon resultó en un goteo de oportunidades suficiente para que hubiera más continuidad de bostezos, que tiros a gol. Pero el control de los técnicos sobre los jugadores no puede acompañarlos en cada jugada sobre la cancha. Por eso, el berrinche de Ricardo La Volpe ante la expulsión de Jorge Torres. No fue para menos. Que el 8 de los Zorros se tirara un clavado ante una supuesta falta de Rogelio Chávez en una esquina del área cementera, eso no se lo tragó nadie en el estadio, y por supuesto, menos el árbitro Genaro Medrano, quien de inmediato le sacó la segunda amarilla, misma que le valió la expulsión en plena agonía de los primeros 45 minutos. Para el complemento, Ricardo La Volpe ajustó retirando a Darío Botinelli del terreno y dando ingreso a Mario Pérez, para evitar quedar desprotegido en su última línea y vaya que lo consiguió el estratega argentino. Porque Cruz Azul permaneció a raya, sin la pegada que prometían Emanuel Villa y Alejandro Vela, retirado este último para probar fortuna con Mario Ortiz, que al final de cuentas fue el anotador del único gol. Por supuesto, los Rojinegros estuvieron aún más limitados y aún así Atlas provocó peligro en un remate de cabeza de Fuentes, que José de Jesús Corona sacó en un vuelo espectacular. Fue sobre el 90′, cuando el cero parecía firmado, cuando el visitante cantó su tercer triunfo al hilo. Lo hizo gracias a un remate de Mario Ortiz, en un partido de 89 minutos de puros bostezos. Foto: Mexsport Fuente: El Universal