Como bien lo dice una canción: "uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida" y Cruz Azul es uno de esos sitios para muchos, por ejemplo, para Julio Zamora, el exdelantero argentino que se consagró como ídolo con la camiseta cementera en los 90 durante su carrera como futbolista, y quien hoy ya en su nueva faceta como director técnico sueña con volver. 

Y es que, ni dos infartos cerebrales pudieron frenar al aguerrido 'Negro' Zamora, pues después de que su vida estuvo en riesgo, hace ya más de tres años, está en la búsqueda de retomar su carrera desde los banquillos, y aunque actualmente se encuentra en Bolivia atravesando por otro complicado momento por el engaño que sufrió por parte de un club, la esperanza se mantiene viva.

 

En entrevista exclusiva para Vamos Azul, Julio Zamora sonrió ante una pregunta que parece más que obvia: ¿Le gustaría volver a Cruz Azul? El ídolo rosarino confirmó sin titubear que es uno de sus grandes deseos, volverse a poner la camiseta con la que se ganó el cariño de la afición mexicana de 1993 a 1996 y aportar sus conocimientos ahora como entrenador, tal vez desde las Fuerzas Básicas, en Hidalgo o en alguna filial del club.

Julio Zamora como el 9 de Cruz Azul. (JamMedia)

Julio Zamora como el 9 de Cruz Azul. (JamMedia)

"La verdad que siempre estuvieron las ganas de uno, siempre, siempre, creo que puedo brindarle algo, que puedo dar, también sé que es un tema difícil porque llegar a Cruz Azul siempre fue difícil, pero espero que en algún momento lo pueda hacer, que en algún momento se pueda abrir la puerta, porque yo tengo un gran cariño con Cruz Azul", apuntó el argentino.

"Yo los cuatro años que estuve, la verdad que fueron de los mejores de mi carrera deportiva, Cruz Azul a mí me ha tratado bien siempre": Julio Zamora 

Asimismo, con 55 años de edad se dijo listo para retomar su carrera como estratega, sobre todo, su idea es encontrar trabajo de momento en alguna escuela de futbol y esperar a que se dé la oportunidad en algo mayor, pues aseguró que se encuentra bien de salud, después de los infartos que pusieron su vida en riesgo, y que  afortunadamente, más allá de los problemas que en su momento le ocasionaron, tanto físicos como económicos, no tuvieron secuelas que le impidieran volver a los  banquillos: "Gracias a Dios en tema de salud estoy bien, no tengo nada, parecería que nunca tuve nada", sentenció.