El debut de Cruz Azul en la Liga MX fue decepcionante: si bien comenzó arriba en el marcador antes de los diez minutos, Atlas se recuperó y le dio vuelta el partido en pleno estadio Azteca. Seis juegos después, el equipo mantiene esa capacidad goleadora que lo llevó a marcar en todos los encuentros, pero aprendió a defender las ventajas: sumó puntos en todos los juegos en los que logró el primer gol.

En la tercera Jornada, cuando la victoria urgía por la caída ante San Luis, pasaron sólo dos minutos para que Jonathan Rodríguez convierta el 1-0 para La Máquina. Finalmente, el equipo pudo liquidar el trámite en el segundo tiempo con goles en el 51′ y 79′.

También apenas un par de minutos después del pitazo inicial, Santiago Giménez puso en ventaja a los de Robert Siboldien el Nemesio Diez ante Toluca. En un encuentro cambiante y que se mereció ganar, el empate de Leo Fernández en la última jugada sirvió para repartir puntos.

En el estadio Akron, Cruz Azul se adelantó gracias al golazo de Cabecita Rodríguez a los ocho minutos. Después se recuperó al tanto de Chivas y pudo conseguir los tres puntos con una victoria por la mínima.

El último caso fue el del sábado: a través de una jugada preparada Luis Romo estampó el 1-0 sobre Tigres con la cabeza. Al igual que con el Chiverío, el equipo celeste se rehízo del empate y pudo marcar el segundo gol para el triunfo.

Al observar la posesión de la pelota, la clave estuvo en saber defender sin ella la ventaja obtenida para llevarse el resultado.Paradójicamente, el único partido en el que tuvo más el balón, lo perdió en Potosí.

En ese sentido, en las últimas Jornadas un elemento fundamental para aguantar los ataques rivales fue Jesús Corona.