Rafael Baca (Tuxpan, 1989) está en el mejor momento de su carrera… al menos en el plano físico. El mediocampista mexicano ha disputado 869 minutos de 900 posibles esta temporada con Cruz Azul en el torneo Clausura 2020. Con 30 años de edad, el ‘michoacano’ es un fijo en los equipos del entrenador Robert Siboldi que ha encontrado para su centro del campo fuerza, salida de juego y recuperación en la figura de Baca.
En 10 jornadas disputas del torneo, Baca ha visto la amarilla en cuatro ocasiones y ha dado una asistencia para la causa. Si bien su fuerte no son la generación ni definición de jugadas, su presencia en el campo es una de las consecuencias del momento estelar que vive Cruz Azul, equipo acostumbrando al volcarse al ataque y descuidar la retaguardia.
Su llegada al equipo se dio en el Clausura 2014 y desde allí se ha ganado la confianza y el beneplácito de todos los entrenadores, salvo de Pedro Caixinha, quien lo relegó al banco de los suplentes a comienzos y mediados del año pasado.
La mejor etapa que vivió como cementero coincidió con la llegada del entrenador español Paco Jémez, quien vio en el ‘michoacano’ la figura central de su mediocampo. Su rendimiento fue de tal nivel que en la prensa ya se rumoraba y cuestionaba que no fuese llamado a defender los colores del Tricolor Nacional.
Con la pausa indefinida del torneo ante el acecho del Covid-19, las esperanzas de Cruz Azul en su vuelta a las canchas estarán centradas en la figura de Baca, que aporta seguridad y confianza al equipo más ofensivo del torneo, que sueña con romper la sequía de más de dos décadas sin levantar el trofeo.