Cruz Azul viene saliendo del ojo del huracán. Si bien los malos resultados no se han remontado, la conferencia de prensa de Pedro Caixinha, su posterior reunión con Ricardo Peláezy BillyÁlvarez, el video de respaldo del plantel y el desfile de posibles reemplazos han tenido a la Máquina en medio de una tormenta estas últimas semanas.
Según un experto en imagen deportiva, Cruz Azul está sufriendo un quiebre entre la autoridad de la directiva y del cuerpo técnico, porque “se nota que no tienen un manual de crisis, cosa que la mayoría de las empresas la tienen y en Cruz Azul no lo consideran importante”.
EricOlavarrieta, en entrevista con ESPN, añadió que “no hay una organización para momentos de crisis y da la sensación que el técnico tiene una autoridad, director deportivo otra y el presidente otra y cada quien hace lo que quiere. Dejan ver que el problema es interno, no externo”.
Además, el experto indicó que todo esto se refleja en el lenguaje corporal del DT y los jugadores. “Lo que proyecta Caixinha es que siempre está levantando los ojos, como con una señal de sorpresa y frunce el ceño. Literal, dando una señal de ‘hasta yo mismo me sorprendo de lo que estoy diciendo’, que es lo no verbal y lo que no se dice es más fuerte que lo que se dice. Definitivamente la presión se ve, se respira. Se ve a un Pedro mucho más relajado cuando todo salía bien, más amigo de la prensa y más cercano, sin embargo, como no se están dando las cosas vemos a un que se protege. Hay un lenguaje pasivo agresivo, que es fruncir el ceño, pero tener una sonrisa, es un gesto incongruente ¿Estás contento o estás enojado?”, destacó Olavarrieta.
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Respecto a los jugadores, el especialista señaló que “sumensaje fue poderoso en forma, pero tienen imprecisiones. Está bien que digan que están unidos, pero no tienen una postura tranquila y cruzan los brazos. Se observa la incomodidad, pero no las hacen por convicción. Vemos jugadores con brazos cruzados, otros con las manos en jeans, el ‘Piojo’ Alvarado riéndose. Yo veo a todos los jugadores y ese contexto pesa más que el propio Corona. Es un mensaje que se memorizó, lo está leyendo y se lo creyó y lo dice, pero los jugadores no le dan el peso o el valor que se requiere”.