Diego Franco, juvenil formado en Cruz Azul, es el caso de muchos jugadores que no pueden debutar en sus equipos y buscan continuidad en otras partes del mundo.

Sin lugar en la Máquina, el jugador emigró a Costa Rica para jugar en el Belén FC y, meses después, en el Guadalupe FC.

En la temporada 2018-2019, se convirtió en hombre del Salamanca de España, aunque su contrato finalizó esa misma temporada y tuvo que buscar club.

Su presente es en Stellenbosch, de la Liga Premier de Sudáfrica, donde lleva 170 minutos jugados y cinco goles marcados. Su valor actual en el mercado es de 75 mil euros.

Además, el surgido en la Noria se convirtió en el primer jugador mexicano en jugar en África.