El atacante argentino explicó que conoce a La Máquina porque lleva cuatro años en el club y que sabe cómo cumplir con la expectativa de la afición.

Pablo Torrestuvo que esperar ocho años en elAscenso MXpara recibir la oportunidad que había soñado: jugar en laLiga MXconCruz Azul.

Torres, de 30 años, nació enArgentinapero se naturalizó hace poco como mexicano. Puede jugar de mediapunta o punta, también se adapta como volante. Llegó en 2006 alCruz Azul Hidalgopara jugar en laLiga de Ascenso, ahora llamadaAscenso MX. La promesa era jugar ahí y tener la posibilidad de subir aCruz Azul. Pero en esa ocasión no lo logró, aunque él no se desesperó. Tuvieron que pasar ocho años, cinco clubes en elAscenso, uno más enUruguay, muchos goles, una fractura del tobillo izquierdo, una rotura de ligamentos de la misma pierna, y una naturalización como mexicano, para recibir la oportunidad y ser refuerzo deLa Máquina. “Tengo mi edad, mi experiencia, he jugado en varios países, enPrimera Divisiónjugué enArgentinayUruguay, pero hay muchas cosas por ver. Me encanta el reto, un reto a esta edad que me den la oportunidad enPrimera División, algo quiere decir, hay que aprovecharlo”, afirmóTorres.

Aunque se formó en elIndependiente de Argentina, Torressiente la sangre azul. Jugó, en dos etapas, enCruz Azul Hidalgo, por lo que conoce al club.

“Conozco el ambiente delAzul, llevo casi cuatro años en el equipo, los clubes grandes son así, la gente tiene que pedir el máximo”, afirmó.

“Soy un jugador que dicen se esfuerza mucho, que va a cada pelota, no da una por perdida, que genera situaciones en ofensiva. Me gusta hacer goles, si no hago goles, no cumplí”, puntualizó.

Torrestendrá que esperar su oportunidad para jugar enLa Máquina. No será sencillo porque hay varios jugadores de calidad en el ataque. Pero si esperó ocho años para cumplir su sueño, bien puede aguantar unas semanas más.

Fuente: Récord.