El 29 de octubre pasado, el mundo Cruz Azul se estremeció con la noticia de que Octavio Ocaña, actor nacional, conocido por su personaje Benito Rivers en el sitcom Vecinos, y fanático de hueso colorado de la Máquina, había fallecido en circunstancias que todavía son confusas, poruna bala alojada en su cráneo.

Ocaña era aficionado cementerodesde la infancia. En sus redes sociales siempre reveló el amor que sentía por la playera celeste y cada vez que podía asistía al estadio para alentar a su Cruz Azul presencialmente. Sin embargo, no solo en su adultez dejó en claro el cariño que profesaba por el club, ya que en la niñez también lo hizo.

Esta semana, se viralizó en redes sociales una imagen que llenó el corazón de los fanáticos de la Máquina. Alrededor del 2007, un Ocaña niño protagonista de la novela “Lola, érase una vez”rellenó “El chismógrafo de Lola”, una sección que apareció en la revista Para ti.

Allí, junto a otras preguntas, Benito Rivers aseguró que le pediría un autógrafo ¡al Chelito Delgado!, su ídolo de Cruz Azul. Teniendo en cuenta que Ocaña ha sido fanático celeste toda la vida, no extraña que el delantero argentino que deslumbró entre 2003 y 2007 en el cuadro de La Noria, fuera el máximo referente deportivo del actor.

En la entrevista, además, se le preguntócuál era su pasión, a lo que el joven Ocañarespondió que el futbol,que no quería ser actor y que su sueño era convertirse en futbolista profesional cuando fuera adulto.