El legendario entrenador mexicano recordó que quiso descartar a Pérez en la reserva de Cruz Azul “por chiquito”.
Hoy, 21 de agosto, se cumplen 25 años desde el debut de Óscar Pérez en el arco de Cruz Azul, playera que vistiera por 15 años hasta 2008, cuando comenzó el peregrinar del Conejo por el fútbol mexicano, que lo tiene hoy en Pachuca, club donde ya piensa en el retiro del profesionalismo.
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Y su primer entrenador fue Enrique Meza. El Ojitos recordó cuando hizo debutar a Pérez y cuando estuvo cerca de descartarlo por su 1,72 metros de altura. “Yo lo descartaba por chiquito pensando en que no podía ser un gran arquero porque estaba chiquito. Eso lo confieso hoy y me da vergüenza porque después esa fue una lección para mí”, aseguró Meza en entrevista con Mediotiempo.
“Yo era entrenador de la reserva profesional de Cruz Azul, de lo que es la Sub-20 en este momento y ahí llegó y le hice unas pruebas. Llegaron muchos jóvenes y fue ahí donde jugó un poco, los equipos estaban equilibrados y no tuvo mucho trabajo”, añadió el entrenador, asegurando que fue su hijo, Enrique Meza Jr. quien lo convenció que Pérez se quedara.
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Además, el DT explicó cómo fue que el Conejo dio vuelta sus expectativas y lo encantó. “Mi hijo Enrique siempre me acompañaba a todos lados y me dijo ‘oye papá, a ese portero chiquito vuélvelo a meter porque es bueno, lo vi atajando atrás y la verdad es bueno’. Entonces seguí yo probando y ahí lo metí con equipo desequilibrado y resultó que el Conejo Pérez parecía ya un arquero de muchísima edad por cómo se desarrolló”, agregó.
Sobre el retiro, que Pérez viene evadiendo desde hace años, a pesar que hoy es el portero suplente de Pachuca, Meza aseguró que “Óscar no está perdiendo el tiempo en ese sentido porque él es un gran profesional, tiene muchos deseos de jugar. ¿Cuánto tiempo (seguirá)? No lo sé, y no lo sé porque cada vez me sorprende más que continúe. Hace algún tiempo hablaba conmigo y me decía que tal vez ya era su último tiempo, pero sigue y es porque le gusta mucho, la profesión es bonita y a veces uno se resiste”, finalizó el Ojitos sobre su protegido.