Parecía una locura que ayer celebrábamos el mes sin contagios de coronavirus en Cruz Azul. Tan solo fueron ocho los jugadores que se infectaron de covid-19 durante la pretemporada y desde que el 30 de julio el último recibiera el alta médica, no han vuelto a reportar casos en la Máquina.

Los jugadores están siguiendo los protocolos al pie del cañón, los viajes se hacían en dos camiones y hasta en avión privado, y en el club se extremaron las medidas sanitarias y de seguridad, confiando en que el plantel haría lo suyo y se cuidaría lo más posible, para evitar nuevos contagios.

O eso se creía. Pablo Ceppelini fue uno de los últimos jugadores de Cruz Azul en tener coronavirus en julio pasado, y hoy está en el ojo del huracán por haberse ido de fiesta con otros futbolistas de distintos clubes.

Alan Mozo, de Pumas, es uno de ellos. Según reveló la columna del Francotirador de Diario Récord, fue el volante uruguayo de la Máquina quien puso la casa para realizar la celebración. Si bien Ceppelini no la organizó, sí fue quien recibió a la gente y les permitió hacer juntas masivas en tiempo de pandemia.

La foto de la fiesta en casa de Pablo Ceppelini. (Diario Récord)

La fiesta, según la columna, se celebró el 17 de agosto pasado y tres días después Mozo dio positivo por coronavirus. ¿El problema? El jugador de Pumas se habría contagiado intencionalmente y luego se fue de fiesta. ¿Hubo más jugadores de Cruz Azul presentes? Pues, la verdad, no se sabe. Pero es de esperar que no todos sean así de irresponsables como Ceppe.