“Si yo hubiera sabido que iba para afuera no me muevo”: La historia de un drama con Alejandro Castro como protagonista

La carrera de Alejandro Castro será recordada por el minuto 92 de un partido. Es una sentencia injusta definir años de labor en apenas unos segundos, pero hay ciertos momentos definitorios que se graban en el ideario colectivo y reprimen toda posibilidad de pensar en algo más que no sea aquello que tanto afectó nuestro pensamiento. Cuando el exjugador de Cruz Azul estiró su pie y desvió el balón que se coló en el arco de Jesús Corona, fue juzgado: es el culpable.

“Es una jugada muy rápida que si yo hubiera sabido que iba para afuera no me muevo. Se te viene el mundo encima, piensas lo peor y no tienes cabeza para otra cosa”, diría tiempo después el jugador en una entrevista.

Castro fue señalado como el culpable de aquella derrota de Cruz Azul ante el América en la final del 2013. El infortunio fue cruel con el mediocampista: al desvió que llevó al empate del equipo americanista, siguió un resbalón en la tanda de penales en la que se definió aquella final.

“A nosotros nos pegó mucho más en lo anímico, pero al final teníamos que seguir adelante. Son cosas que pasan, así es el fútbol”, comentaba resignado el jugador de 33 años.

Uno de sus compañeros en aquel equipo, Christián ‘Chaco’ Giménez, fue uno de los que salióen defensa de Castro tras aquella fatídica final que se perdió en cinco minutos. “Ustedes no saben lo que sufrió este chico. Con lágrimas en el vestuario, es injusto culparlo solo a él. Todos somos responsables, todos estábamos en el mismo saco”, expresó el Chaco el año pasado en el programa en que funge como comentarista para Fox Sports.

Después de aquel partido la carrera de Castro siguió pero no fue la misma. En el 2015 pasó a préstamo en las filas de Tecos y luego a Pumas. Tras varias idas y vueltas en La Máquina, fichó por la UNAM y de allí fue a San Luis, luego se enfiló con el Celaya para recaer en el Santos Laguna. A día de hoy se encuentra sin equipo tras unúltimo paso con el Celaya, pero su nombre se recuerda cada 26 de mayo por ser el protagonista de una de las jugadas más desafortunadas en la historia de La Máquina.