Cruz Azul y Santos Laguna protagonizaron este mercado de pases una de las escenas más rocambolescas de las que se tenga memoria en el futbol mexicano. Después de 10 días encerrados en un hotel de Ciudad de México, y tras tener todo arreglado con los cementeros, dos jugadores ‘laguneros’ terminaron en un limbo.
Eduardo Aguirre y Matheus Dória tenían todo listo para la fichar por La Máquina, situación de la que estaban al tanto en Santos. Pero tras alegar supuestos problemas médicos en el reconocimiento con La Máquina, ambas operaciones se vinieron abajo ante la incredulidad de los involucrados.
Semanas después, y ya con el torneo iniciado, desde la columna El Francotirador, del diario Récord, informan que ha sido el propio Víctor Velázquez el que ha pedido perdón a la directiva del Santos por semejante esperpento en plena ventana de transferencias.
“Del otro lado, me contaron que en Santos, aunque hubo tremendo enojo porque sus jugadores estuvieron encerrados sin razón por once días en la Ciudad de México sin hacer pretemporada, después el Inge Velázquez y sus canchanchanes buscaron a la directiva guerrera para aclarar la situación y les pidieron perdón por alterar los planes deportivos…”, se lee en parte de la información.
Nada claro
Después de que todo se vino abajo, los dos futbolistas involucrados declararon que se encontraban en plena forma y que los problemas físicos que se les “descubrieron” formaban parte de un invento. A día de hoy, sigue sin estar del todo claro qué fue lo que pasó en ambos casos.