En un desarrollo judicial significativo, Guillermo Álvarez, ex directivo de Cruz Azul, fue arrestado el 16 de enero en la Ciudad de México marcando un punto de inflexión en su controvertida trayectoria empresarial y deportiva. Tras estar 5 años prófugo, su captura fue un punto de interés absoluto en el país.

El pasado 4 de junio de 2024, la Fiscalía General de República emitió una orden de captura dentro de la carpeta de investigación ‘FED/AGS/AGS/0000613/2023‘, iniciando formalmente una investigación que venía gestándose desde hacía varios meses con suma cautela.

Un juez le dictó prisión preventiva oficial tras su detención, trasladándolo al Centro Federal de Readaptación Social en Almoloya de Juárez, en donde enfrentará las primeras consecuencias legales de sus presuntas actividades delictivas.

Pero ahora la FGR lo imputó por haber comprado facturas falsas por un monto de 91 millones 780 mil pesos. La acusación incluye presuntos delitos de organización delictiva, operaciones con recursos de procedencia ilícita y compra de comprobantes fiscales falsos, lo que evidencia una compleja trama de actividades financieras irregulares.

El Código Fiscal contempla una sentencia de hasta 9 años de prisión para quienes simulen gastos y compren facturas electrónicas con el objetivo de evadir impuestos, una normativa diseñada para combatir la evasión fiscal y proteger los ingresos del estado.

La compleja situación de Billy Álvarez

Actualmente, Álvarez Cuevas enfrenta simultáneamente dos procesos legales, evidenciando la complejidad de su situación judicial y los posibles perjuicios para el estado de Aguascalientes, en un caso que podría sentar un precedente importante en la lucha contra la corrupción.