Uno de los hechos que marcó la historia de Cruz Azul fue la derrota que sufrió contra América en la final del Clausura 2013. Cuando parecía que la sequía de títulos de Liga MX iba a terminarse, se dio un efecto dominó negativo que terminó con el triunfo de las Águilas. Sin dudas fue una de las caídas más fuertes en la historia de la institución cementera.
A pesar de que La Máquina contaba con figuras como Chaco Giménez, Amaranto Perea y Gerardo Torrado, no logró mantener la ventaja de la eliminatoria en los 90 minutos y terminó perdiendo por penales. Uno de los futbolistas más marcados por aquella final fue Alejandro Castro, quien nació futbolísticamente en La Noria. El mediocampista no solo falló su penal en la tanda, sino que también fue el que terminó metiendo en portería el remate de cabeza de Moisés Muñoz.
Después de 12 años de aquel partido histórico, en una entrevista con Felix Fernandez, Castro rompió el silencio sobre lo sucedido: “Fue mi peor día. He pasado cosas personales bastante complejas, pero ese es el peor día de mi vida, la pasé terrible. Me sentía responsable de haber perdido el juego, entonces fue muy complicado superar eso. Ya después de muchos años, voy a comprar a un Oxxo, viene alguien y me pregunta si era Alejandro Castro, me dio la mano y me dijo: ‘No te preocupes, todos la cagamos'”.
Además, contó lo que sucedió en el vestidor tras la derrota en la final: “Tuve compañeros que me decían: ‘Si vamos a pasar esto otra vez, yo prefiero no llegar’. Yo creo que no podían decir eso, me dijeron eso, lo jugo; yo pensaba ‘para qué juegan al futbol’. Obviamente no quieres perder, pero es lo mejor de todo (jugar una final)”.
Lo más doloroso de la final contra América en 2013 según Alejandro Castro
Lo particular de Alejandro Castro es que padeció dos jugadas fatídicas en la misma final. En primera instancia, el cabezazo de Muñoz se desvía en su pie; aunque oficialmente le cuentan el gol al portero, el volante tuvo la posibilidad de despejar el balón. En segundo lugar, el mexicano se resbaló cuando fue a ejecutar su penal en la tanda, fallando y dándole la victoria a su rival.
“El autogol fue más difícil de superar. Para mi fue más grave porque estaba por terminar el partido, los penales ya es un volado. Un mes antes, me tocó en la otra portería meter un penal contra América en la semifinales de la Copa MX y lo metí; en la final también. Entonces dije: ‘Yo lo tiro, yo lo meto’. Estaba convencido y creía que era mi revancha. Imagínate el doble sentimiento que tenía tras fallarlo”, sentenció Castro.
