Uno de los fichajes que prometen cambiarle la cara a Cruz Azul en el inicio del Clausura 2025 es el de Luka Romero. El volante de 20 años decidió dejar Europa debido a que se vio seducido por el proyecto de Martín Anselmi. Incluso, el futbolista eligió llegar al conjunto cementero cuando Chivas y América también estaban interesados en él.

La realidad es que La Máquina ha tenido problemas en el comienzo de temporada a la hora de construir jugadas ofensivas. Justamente, Luka Romero se ha destacado desde su debut con Mallorca por tener una visión futbolística muy buena. Si bien la intención era que debute frente a Juárez, recién pudo ser registrado el lunes y estará disponible para la tercera jornada contra Puebla.

En la conferencia de prensa de su presentación, Romero confesó dónde le gustaría jugar en el sistema de Anselmi: “Soy un jugador al que le gusta tener la pelota, me siento cómodo así. Donde más me gusta jugar es siempre de mediapunta, en mis cinco años de carrera también jugué mucho por derecha. Pero donde me ponga el míster voy a rendir al máximo”.

Además, agregó: “Tuve la suerte de jugar en Europa y en grandes clubes, tuve la experiencia de jugar ahí y vengo acá a demostrar lo que me enseñaron y a dar la mejor versión de mí”. Además, el futbolista comentó que le interesa mucho la Liga MX y que la seguía desde hace bastante tiempo por el fuerte vínculo que tiene con México.

Luka Romero sorprendió a todo Cruz Azul en los entrenamientos

Lo cierto es que Romero llegó hace unos días a México y solamente tuvo un par de entrenamientos en Cruz Azul. No obstante, Adrián Esparza Oteo reveló que el cuerpo técnico quedó maravillado por la calidad que tiene el volante de 20 años. Debido a que venía de estar en competencia con Deportivo Alavés, se encuentra en óptimas condiciones para ser utilizado por Martín Anselmi.

Por supuesto, también es clave visualizar cómo se adapta el futbolista tanto al sistema del entrenador, como las condiciones que impone Ciudad de México. La altura de la locación suele generar que los jugadores recién llegados no puedan desplegar todo su talento. El propio Giorgos Giakoumakis sufrió esta situación durante su primer torneo en La Noria.