Tras su polémica salida de Cruz Azul, Martín Anselmi comenzó a generar muchas expectativas en Porto. Su desembarco en Portugal fue visto como una oportunidad de crecimiento profesional, pero también como un giro sorpresivo que dejó heridas abiertas en la afición cementera, por lo que aún se encuentra en medio de un conflicto legal con La Máquina.

Sin embargo, su presente en el Porto ha estado lejos de ser ideal. La temporada de los Dragones ha sido decepcionante: eliminados de la Europa League y de la Copa de Portugal, además han quedado rezagados en la lucha por el título de liga. A pesar de mantener la confianza del presidente André Villas-Boas, enfrenta críticas por parte de la prensa y la afición.

Actualmente, el equipo pelea por ingresar a la Conference League, muy por debajo de las expectativas habituales del club. La reciente derrota en el clásico ante Benfica fue un golpe que intensificó el malestar general. Ese clima de tensión explotó cuando algunos jugadores fueron captados saliendo de fiesta en plena madrugada, celebrando el cumpleaños del defensor Otávio.

Las imágenes mostraban a los futbolistas abandonando un bar en la zona de Boavista cerca de las cuatro de la mañana, incumpliendo el reglamento interno. La reacción de los aficionados fue inmediata, con insultos y pedidos de salida a través de las redes sociales. Según el diario luso A Bola, incluso se presentaron en un entrenamiento para expresar su descontento directamente.

La fiesta, que comenzó como una celebración privada, se convirtió en un escándalo. El centro de las críticas fue Otávio, pero también se vieron involucrados Tiago Djaló, William Gomes y Martim Fernandes. En un equipo que no consigue resultados, este tipo de episodios no hace más que traer nuevos problemas para el equipo de Martín Anselmi, que ya venía cuestionando.

El ex DT de Cruz Azul no atraviesa un buen presente en Europa. (Getty Images)

Las medidas que adoptó el Porto en medio del escándalo

Frente a esto, la directiva decidió abrir expedientes disciplinarios contra los jugadores involucrados, buscando marcar límites y evitar nuevos episodios. Aunque Martín Anselmi no se expresó al respecto, llega en un momento sensible de su gestión, que necesita urgentemente recuperar el rendimiento en el campo para evitar que la temporada termine en fracaso absoluto.