La Navidad suele ser un tiempo de pausa. Un momento para mirar hacia atrás, hacer balances y renovar la esperanza de cara al año que viene. En el futbol mexicano, y particularmente en Cruz Azul, esa reflexión no siempre llega envuelta en calma. A veces, también es una época para decir lo que se siente, sin filtros, con la pasión que distingue a la afición cementera.
El 2025 estuvo lleno de sensaciones encontradas para Cruz Azul. La conquista de la Concachampions representó un logro importante y un título internacional que no pasa desapercibido. Sin embargo, ese éxito terminó funcionando más como un alivio que como una confirmación del proyecto deportivo.
Desde los números, Cruz Azul fue uno de los equipos más consistentes del semestre. Apenas dos derrotas en todo el torneo, una marca que ningún otro club pudo igualar, hablan de un conjunto difícil de vencer. Pero, la sensación general fue que dejó escapar puntos clave en el camino, que condicionaron la tabla y, sobre todo, el camino en la Liguilla.
El cierre de año encontró a La Máquina en ese punto exacto: lejos del fracaso absoluto, pero también distante de las expectativas que se habían construido. Y en ese contexto tan especial del calendario, el seguidor cementero decidió aprovechar la Navidad para hacer un pedido claro, directo y cargado de significado.
El pedido navideño de la afición de Cruz Azul para el 2026
En ese clima llegó la Navidad. Y como ocurre cada diciembre, aparecieron los mensajes de reflexión, esperanza y deseos para el año siguiente. Desde Vamos Azul, se invitaba a la afición a escribir qué le pediría al mercado de pases, con un guiño directo a la directiva y señalando a Iván Alonso como destinatario.
La respuesta fue inmediata y contundente. Lejos de pedir refuerzos o promesas rimbombantes, muchos aficionados coincidieron en un mismo reclamo. “Larcamón fuera”, escribió uno, mientras otros fueron aún más directo: “Es nuestro deseo que se largue Larcamón y que regrese Vicente Sánchez”. El mensaje se repitió con distintos tonos, pero con una idea común.
En varios comentarios apareció también el reclamo hacia el propio Alonso. “Que se vaya, fue quien corrió a Vicente y con él nos iba bien, y trajo a Larcamón y estamos peor”, señaló uno, reflejando la frustración que viene acumulándose. Para otros, el pedido fue más amplio, como quien resumió su deseo navideño en una sola frase: “Que traigas un buen entrenador y buenos jugadores”.
Que el deseo sea una decisión más estructural, dice mucho del momento que atraviesa el equipo. La afición cementera es exigente porque está acostumbrada a competir. Porque ha visto a su equipo protagonizar torneos, invertir fuerte y quedarse cerca. Y porque siente que el margen de error se achica cada semestre que pasa sin dar el golpe definitivo.
