María Peraza se ha convertido en una de las referentes de Cruz Azul Femenil. Llegó para el Apertura 2022 y desde entonces se ha hecho una fija en las alineaciones sin importar el o la inquilino del banquillo celeste. La historia de esta defensora de 30 años tiene tintes épicos que ponen de manifiesto un realidad: al futbol femenino aún le queda mucho tramo por recorrer.
Peraza nació en la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, una localidad a cinco horas de Caracas, capital de Venezuela. La capitana de Cruz Azul se mudó a la capital de su país a los 21 años de edad para hacer carrera en el club más importante de la nación caribeña, el Caracas FC. Sin embargo, la aventura apenas duró unos meses.
Y es que como explica la propia Peraza en una entrevista para la agencia EFE, el futbol femenino en Venezuela es casi amateur, por lo que cualquier jugadora debe aspirar al extranjero como una vía para hacer carrera a nivel profesional. “Con una liga profesional en Venezuela le podríamos dar continuidad a las jugadoras de las categorías inferiores. La mayoría de las que estamos en selección, jugamos fuera del país”, comentó Peraza sobre la situación.
Razón no le falta. En Venezuela apenas hay clubes que invierten en materia femenil. Además, y dada la crisis económica, política y social que vive el país desde hace dos décadas, tampoco se cuenta con la estructura necesaria para el desarrollo del deporte. Peraza lo entendió pronto y con apenas meses en el Caracas FC se mudó a Ecuador para jugar en el Rocafuerte.
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María Peraza, una trotamundos del futbol
Un año después de su desembarco en el país andino, la jugadora de Cruz Azul pasó a las filas del Espuce antes de llegar al mejor club de esa nación: LDU Quito. Ya en ese entonces Peraza era una fija en las convocatorias de La Vinotinto y su nombre empezaba a codearse con las mejores jugadoras del continente.
De Ecuador salió hasta Colombia. En el país cafetero vivió distintas pasantías en Santa Fe, Millonarios de Bogotá, Atlético Nacional y Deportivo Cali. Traduciendo: jugó en los mejores clubes colombianos y se convertía en una referencia venezolana en materia femenil a nivel continental. En México empezó a llamar la atención y desde Cruz Azul no desaprovecharon la oportunidad.
María Peraza, una amiga cercana de Norma Palafox
Peraza llegó a La Noria y se adueñó del club. Su carisma y talento fueron su mejor carta de presentación. En un futbol emergente, la venezolana se valió de todos los medios para impulsar su imagen, tanto profesional como personal. Es un fenómeno en redes sociales que se potenció con la de ayuda de otras jugadoras mediáticas de la talla de Norma Palaxof y Nailea Vidrio. Con ambas guarda gran relación.
Hoy es capitana de Cruz Azul, en donde espera hacer historia y conseguir algún título. “Lo más difícil como profesional es batallar con el machismo. Hoy todavía el fútbol se ve como un deporte para hombres”, recordó en la misma entrevista; aunque esas palabras, y también gracias a su aporte, están empezando a cambiar.
