El mejor semestre en muchos años para Cruz Azul no pudo terminar de la mejor manera, tras perder la finalísima del Torneo Apertura 2018 ante el América, de local, en el Estadio Azteca.

Sin embargo, en el andar de este Torneo Apertura hay cosas por rescatar de cara al futuro inmediato. Jugadores que rindieron sobre las expectativas, oportunidades para los más jóvenes y un proyecto que sienta bases desde lo económico e institucional.

En este último punto, el trabajo de la dupla entre el técnico Pedro Caixinha y el director deportivo Ricardo Peláez, quienes renovaron una parte del plantel y con dedicación lograron el liderato general del torneo, la Copa MX y llegar a una final de liguilla.

En lo futbolístico, La Máquina logró encontrar un equilibrio formidable, es decir, con la defensa menos goleada y el mejor equipo como local del Apertura, con un mediocampo de excelencia y con el paraguayo Pablo Aguilar como principal figura.

Finalmente, el proyecto Caixinha-Peláez logró credibilidad en la afición que en el Estadio Azteca y en provincia les acompañó, llenando recintos y apoyando en las buenas y en las malas al equipo.