El optimismo era alto el domingo, cuando Cruz Azul buscó el título del Torneo Apertura en el encuentro de vuelta frente a América en el Estadio Azteca, pero la historia no le sonrió a la Máquina Cementera.

El 2-0 de los azulcremas lapidó las esperanzas de los celestes de bordar en su escudo la novena estrella, la misma que intentaron proyectar al pintársela en sus manos, una dinámica que nació desde los jugadores y no como algo motivacional.

Se pudo ver que Pedro Caixinha la tenía dibujada en una de sus manos al igual que todos los jugadores. Lastimosamente, la iniciativa no pudo trasladarse a la realidad pero quedó en la anécdota que nació desde el vestuario.