Si se nombra a los mejores refuerzos extranjeros de los últimos años de Cruz Azul, sin duda alguna que el colombiano saldrá a relucir: Luis Amaranto Perea, uno de los mejores centrales que ha tenido el equipo cementero y que hizo notar su ausencia cuando se marchó.
Han pasado poco menos de cinco años desde que el zaguero, también con experiencia en el futbol europeo, se vio obligado a ponerle fin a su carrera como futbolista después de sufrir una lesión en la pierna izquierda cuando aún jugaba en La Máquina, la cual además, lamentablemente, lo dejó fuera del Mundial de Brasil 2014.
Es por ello que tras su prematuro retiro de las canchas, decidió prepararse para continuar su carrera como director técnico y en 2018 logró dar sus primeros pasos por los banquillos en España, para posteriormente tomar su primer equipo dentro del Máximo Circuito en su país natal, con el Itagüí Leones, donde dirigió hasta junio de 2019.
Finalmente, este año comenzó a trabajar en el Junior de Barranquilla como asistente técnico de Julio Comesaña, y tras la repentina salida del entrenador colombiano, Luis Amaranto Perea quedó a cargo del equipo de manera oficial, apenas a principios de semana.
De esta manera, el exzaguero de Cruz Azul tuvo que lanzarse al ruedo de inmediato con el 'Tiburón' para enfrentar al Barcelona de Guayaquil, en la Copa Libertadores, en el duelo correspondiente a la tercera jornada de la Fase de Grupos que se disputó este jueves por la noche.
Luis Amaranto Perea le regresó al conjunto de Barranquilla la ilusión de clasificarse a los Octavos de Final, al imponerse de visita ante el conjunto ecuatoriano por 1-2 en su debut desde el banquillo, y todavía con tres partidos por disputar para lograr el máximo objetivo de un equipo.
