Como si el futbol tampoco escapara de las imperturbables leyes de la física, la de 'causa y efecto' pareciera haber dado una 'masterclass' esta semana en Cruz Azul. Apenas se habló de la marcha de Irgor Lichnovsky al futbol de Arabia -confirmada en la jornada de ayer-, también se supo de la vuelta de Pablo Aguilar a los terrenos de juego... Física pura.
Y es que el defensor paraguayo ha vuelto a los campos después de casi 8 meses tras la rotura de ligamentos cruzados que sufrió en un lejano duelo ante el Portmore United en la era 'pre-pandemia'. Su regreso al futbol es una noticia que ha sido celebrada con más algarabia que la esperada: el guaraní llegó en el momento justo para suplir al zaguero chileno a mitad de torneo.
Desde Cruz Azul se ha sido muy cauto con la recuperación de Aguilar: desde hace 20 días que el jugador recibió el alta deportiva por parte de los servicios médicos del club, sin embargo, los celestes no han querido apresurar su vuelta para evitar ua recaída a raíz de la premura, por lo que ayer disputó sus primeros minutos en la victoria de la Sub-20 2-1 ante el Santos Laguna.
"El regreso del comandante", tituló el diario Récord en su portada de hoy para reflejar la vuelta del zaguero. "Ante la salida de Lichnovsky, La Máquina recupera para la J14 a Pablo, uno de sus líderes para que soporte el peso de la central luego de ocho meses de ausencia. El incansable Cata y el juvenil Reyes se apuntan para no decaer", termina por explicar este medio.
Igor fue uno de los ejes de la zaga central durante la gran mayoría del Guard1anes 2020, su salida intempestiva dejó de manos atadas a La Máquina, quienes con poco margen de maniobra -ante el cierre del mercado a la vuelta de la esquina, y la debilidad económica que dejó la pandemia-, tendrán en la figura de Aguilar al salvador para lo que resta de temporada.
