Como si de una película de trama enrevesada se tratara, la historia de Armando Archundia en el fútbol mexicano genera estupor. Uno de los árbitros más reconocidos en todo el continente, dejó las fuerzas básicas de Cruz Azul para adentrarse de lleno en la profesión que lo llevó a dirigir, con muchos torneos de por medio, dos Copas del Mundo.
“Cuando tenía 16 años es cuando tomo la decisión, porque estaba en fuerzas básicas de Cruz Azul, tenía talento para jugar y ahí viene un curso para árbitros de la escuela de la Federación Mexicana de Futbol, me inscribo y decido terminar la carrera de arbitraje, terminó el curso, hay una promoción para ingresar al sector profesional, hago mis exámenes físicos y técnicos, los apruebo e ingreso”, comentó Archundia en una entrevista para ESPN digital.
El exárbitro refirió que su decisión final se debió más a un tema de tiempo y comodidad que de preferencia hacia los silbatos. “Decía ‘creo que por acá hay más posibilidades’, sobre todo porque estaba en la secundaria;entonces,salirte de clasesin comera las dos de la tarde y arráncate en el autobúspara llegar a Ciudad Cooperativa era bien complicado, entonces lo del arbitraje es más comodidad, el curso era dos días a la semana, entonces di las gracias y me dediqué de lleno al arbitraje”.
El árbitro de 54 años representó a México y a la Concacaf en los mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. Archundia rememora su paso como futbolista en Cruz Azul donde considera que tenía mucho talento, incluso para poder llevarlo a debutar con el primer equipo, pero que no se arrepiente de haber elegido el silbato antes que la playera de algún equipo.
“Me ponían en la mitad de la cancha, tenía muy buen juego de balón y sobre todo buen fuelle físico, pero así como tenía yo, había jugadores de mucho talento, era buena la competencia, pero creo que la mejor decisión fue esta. A lo mejor si hubiera podido llegar a jugar en Primera División, eso me queda claro, pero a destacar como lo hice en el arbitraje creo que sería complicado”, recordó.
