La metamorfosis de la Máquina desde su última campaña en el Azteca

Muchas cosas cambiaron desde 1996, cuando la Máquina Cementera dejó el Azteca para establecerse en el Estadio Azul. Lo mismo con Tigres, que pasó de ser un conjunto modesto, a uno de los dominadores recientes del futbol mexicano.

Recordemos que Cruz Azul dejó el Azteca al final de la campaña de 1996. Su último duelo de local allí fue contra Morelia (30 de marzo por la liga) y contra el América en la liguilla (17 de abril). Entonces se asentaron en el recinto de la Colonia Noche Buena y han sufrido una sequía de títulos que supera los 20 años.

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Todo esto se cierra dos décadas después, cuando los cementeros regresaron al Coloso de Santa Úrsula y el optimismo parece estar por las nubes. Desde entonces, por el cuadro celeste pasaron figuras de todo porte. Pero el líder goleador del club en su paso por el Azul es el mismo que solía ser figura antes de la mudanza: Carlos Hermosillo (52).

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Lo curioso es dónde estaba el rival del fin de semana cuando los cruzazulinos estaban en el Azteca. Tigres, que hoy es uno de los equipos más valiosos del continente, entonces era un conjunto del ascenso en México. De hecho, ese año ganaron el ascenso a la Liga MX, derrotando al Atlético Hidalgo. Muy lejos de lo que representa hoy.

Desde entonces, Tigres acumula ocho títulos entre Liga MX y la Copa -que también ganaron esa temporada- y fueron potenciados por una dirigencia que invirtió tanto o más de lo que ya gastó la dirigencia cruzazulina, solo que con mejores resultados.

¿Se mantendrá la tendencia?

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